El Viacrucis de Dosquebradas renace como símbolo de fe y turismo religioso tras 28 años de abandono
La Semana Santa de 2025 comenzó con una emotiva celebración en Dosquebradas, donde más de 1.500 personas se reunieron para revivir el Viacrucis, una de las tradiciones religiosas más emblemáticas del Eje Cafetero. Este acto, que se llevó a cabo después de casi tres décadas de interrupción, se convirtió en un hito de transformación para la ciudad. Bajo el liderazgo del alcalde Roberto Jiménez Naranjo, el renacimiento de este destino religioso no solo recupera la historia y la fe, sino que también fortalece el turismo religioso y la seguridad en la zona.

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Un paso importante para la recuperación del Viacrucis
La restauración de este importante recorrido de fe no fue tarea fácil. Durante años, el Viacrucis estuvo marcado por el abandono, la inseguridad y el consumo de sustancias psicoactivas en sus alrededores. Sin embargo, el Gobierno de la Transformación de Dosquebradas, junto con la colaboración de las administraciones locales de Pereira y la comunidad religiosa, lograron transformar este lugar en un destino digno para la peregrinación.

«Esto es un sueño hecho realidad. Para tantos que, como yo, vivimos el Viacrucis en nuestra juventud, hoy Dios nos da la oportunidad de recuperar esta historia para nuestra ciudad y el departamento de Risaralda«, declaró el alcalde Jiménez. En su intervención, también agradeció a la Diócesis de Pereira por su apoyo, así como a las autoridades y organismos que participaron en la renovación.
Uno de los logros más destacados fue la restauración de las 14 estaciones que componen el recorrido del Viacrucis, una tarea que fue posible gracias a la intervención de equipos de trabajo que incluyeron tanto a funcionarios públicos como a personas privadas de la libertad. La instalación de 30 luminarias y reflectores fue otro de los aspectos que mejoraron notablemente la seguridad, creando un ambiente iluminado y accesible para los visitantes.

Una ciudad transformada por la fe
La recuperación del Viacrucis no solo tiene un impacto religioso, sino también cultural y turístico. Antonio Rivas, uno de los asistentes al evento, expresó con emoción: «Llevábamos 28 años esperando esto y nadie había sido capaz de hacerlo. Hoy, al ver este lugar tan hermoso, con un camino renovado y estaciones restauradas, nos invade la emoción». Las palabras de Rivas reflejan el sentir de muchos de los asistentes, quienes vieron en la restauración una segunda oportunidad para revivir una tradición perdida.
El trabajo de restauración no solo se centró en la parte religiosa del Viacrucis, sino también en la infraestructura. Uno de los puntos más emblemáticos de la renovación fue el puente de la Avenida del Río, que sufrió un mantenimiento estructural y un cambio de la loza superior, garantizando su durabilidad y seguridad para los peregrinos que recorrerán el lugar.
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Este esfuerzo conjunto también incluyó jornadas de rocería y ornato, que permitieron revitalizar los alrededores del Viacrucis, haciendo que cada rincón del recorrido estuviera impecable para la ocasión. Estas acciones tienen como objetivo no solo recuperar la tradición, sino también ofrecer un espacio digno y seguro para los visitantes.