Crisis diplomática entre Colombia y EE. UU.: La intervención de Uribe y Sarabia
Colombia y Estados Unidos vivieron una crisis diplomática tras la negativa del presidente Petro de recibir vuelos con deportados colombianos. Esta decisión provocó tensiones comerciales y diplomáticas entre los gobiernos de Colombia y EE. UU. Sin embargo, gracias a una intervención crucial del expresidente Álvaro Uribe y la canciller Laura Sarabia, se alcanzó una solución. Este episodio resalta la participación de actores políticos claves para calmar la crisis y encaminar una resolución en Washington.
Uribe detalló en su cuenta de X cómo ocurrió el contacto. A través de un tercero, le informaron que Sarabia necesitaba hablar con él. Uribe le pidió que organizaran una comunicación tripartita. La canciller le aseguró que ya estaban trabajando en una solución. Este mensaje subraya la urgencia con la que se abordó la situación para evitar daños a la economía y la estabilidad política de Colombia.
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La intervención de Uribe: Una versión diferente
Según ‘The New York Times‘, la decisión de Petro generó una rápida respuesta por parte de Trump, con medidas severas, como la suspensión de visas y sanciones a productos colombianos. La versión de Uribe difiere de la informada por algunos medios. Él explicó que no fue Sarabia quien lo contactó directamente, sino un tercero. Uribe insistió en que debía organizarse una conversación entre los tres actores principales para abordar la crisis.
A pesar de las diferencias en los relatos, el objetivo de ambas partes era claro: resolver la crisis rápidamente. Por su parte, Sarabia reconoció haber llamado a expresidentes y otros actores políticos para superar el conflicto. En su comunicado, expresó la importancia de anteponer las relaciones internacionales a las disputas políticas internas.
Impacto económico de la crisis
Además del conflicto político, la crisis causó gran incertidumbre en el sector económico colombiano. Los sectores que dependen de las exportaciones a EE. UU., como el aguacate y las flores, temían un aumento en los aranceles. Estos productos son clave en eventos comerciales de gran importancia, como el Super Bowl y San Valentín, lo que generó inquietud en los mercados.
Afortunadamente, la crisis se resolvió a última hora. El canciller Luis Gilberto Murillo informó que Colombia había aceptado los requerimientos de EE. UU. respecto a los deportados. Además, la Casa Blanca confirmó que no se incrementarían los aranceles. Sin embargo, las sanciones a las visas seguirían vigentes hasta el cumplimiento de los acuerdos sobre los deportados.
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Las secuelas de la crisis
A pesar de la solución, los efectos de la crisis siguen presentes. Las sanciones de EE. UU. afectaron a varios colombianos que trabajaban en instituciones internacionales, como el Banco Mundial y el FMI. Estos profesionales vieron cómo se les revocaban sus visas, lo que añadió más tensión a las relaciones diplomáticas.
La intervención de Uribe y Sarabia, aunque exitosa, dejó al descubierto las complejidades de la diplomacia internacional y la influencia de los actores políticos. Este episodio demuestra la importancia de actuar rápidamente en situaciones de alta tensión para evitar daños mayores en las relaciones entre países.