Buses y taxis contaminan el 60% más de lo permitido en Pereira

La CARDER y el Instituto de Movilidad revelan que la mayoría de los vehículos no cumplen con los estándares ambientales.

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60% de buses y taxis contaminan: Un análisis sobre la vigilancia de emisiones en vehículos

La contaminación por gases de efecto invernadero sigue siendo un problema significativo en las principales ciudades del país. Según informes de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER) y el Instituto de Movilidad, alrededor del 60% de los buses y taxis del servicio público están contaminando más de lo permitido. En este contexto, se llevan a cabo operativos de vigilancia y control de emisiones para garantizar que tanto los vehículos particulares como los de transporte público cumplan con las normativas ambientales. Los resultados de estas evaluaciones revelan preocupantes cifras sobre el estado de los vehículos que circulan por las vías.

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Operativos de control de emisiones: un esfuerzo conjunto entre la CARDER y el Instituto de Movilidad

La CARDER, en conjunto con el Instituto de Movilidad, realiza operativos regulares en distintos puntos de la ciudad para controlar las emisiones contaminantes provenientes de vehículos. Estos operativos se enfocan principalmente en vehículos adscritos al servicio público, como buses, taxis y busetas, pero también incluyen a vehículos particulares.

El proceso consiste en realizar una inspección técnica a los vehículos en circulación, revisando sus emisiones de gases contaminantes y evaluando su cumplimiento con los estándares establecidos por las autoridades ambientales. Las mediciones se realizan con equipos especializados que permiten determinar la cantidad de gases de efecto invernadero que cada vehículo está liberando al medio ambiente.

Resultados alarmantes: hasta un 60% de los buses y taxis son rechazados en las pruebas de emisiones

Los resultados de los operativos son preocupantes. De acuerdo con las autoridades, hasta un 60% de los buses y busetas diésel del servicio público no cumplen con los estándares de emisiones permitidos, lo que significa que están contaminando el aire en mayor medida de lo que deberían. Estos vehículos, que son una parte fundamental del transporte público, son los que más contribuyen a la contaminación atmosférica.

Foto tomada de: Eje informa

Por otro lado, los vehículos particulares, en su mayoría camiones y volquetas, también presentan altos índices de rechazo. Alrededor del 40% de estos vehículos no cumplen con las pruebas de emisiones, lo que resalta la necesidad de mejorar el control sobre los automóviles privados.

En el caso de los taxis, que operan con motores a gasolina, también se registra un 60% de rechazo en las pruebas de emisiones. Esto indica que la flota de vehículos de servicio público en general no está cumpliendo con los requisitos ambientales necesarios para reducir el impacto de la contaminación vehicular.

Impacto por tipo de combustible y año de fabricación

El rechazo en las pruebas de emisiones varía según el tipo de combustible y el año de fabricación de los vehículos. Los modelos más antiguos, particularmente aquellos fabricados antes del año 2000, son los que presentan los índices más altos de contaminación. Estos vehículos, que utilizan diésel o gasolina, tienen una tasa de rechazo superior al 100% en las pruebas de emisiones, lo que indica que emiten una cantidad considerablemente mayor de gases contaminantes que los vehículos más modernos.

En cuanto a los vehículos fabricados entre los años 2000 y 2006, el porcentaje de rechazo en las pruebas es del 60%. Esto demuestra que, a pesar de que los modelos más nuevos tienen tecnología más avanzada, aún existen deficiencias en el mantenimiento y en el control de emisiones. Los vehículos fabricados después de 2006 presentan una tasa de rechazo más baja, del 20%, aunque aún hay una cantidad considerable de vehículos que no cumplen con los requisitos ambientales.

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Causas del rechazo: problemas mecánicos y falta de mantenimiento adecuado

Las principales causas del alto índice de rechazo en las pruebas de emisiones son, en gran parte, problemas mecánicos en los vehículos. Entre las causas más comunes se encuentran la ausencia de un regulador de RPM (revoluciones por minuto), que controla la aceleración del motor. Esta falla puede generar una mayor emisión de gases contaminantes, ya que el motor no funciona de manera eficiente.

Otro factor importante es la presencia de fugas de aceite, que también contribuyen al aumento de las emisiones contaminantes. Estos problemas mecánicos no solo afectan el desempeño del vehículo, sino que también incrementan el impacto ambiental, lo que agrava la situación en términos de contaminación.

Además, la inestabilidad en las condiciones mecánicas del motor, como problemas en la compresión o en los sistemas de escape, también es un factor que aumenta el riesgo de emisiones fuera de los límites establecidos. La falta de mantenimiento adecuado y la falta de actualización en los sistemas de control de emisiones son factores recurrentes que contribuyen a este problema.

La importancia de los operativos y la vigilancia continua

Los operativos de control de emisiones realizados por la CARDER y el Instituto de Movilidad son fundamentales para reducir la contaminación vehicular. Estos operativos no solo permiten identificar a los vehículos que no cumplen con los estándares, sino que también actúan como una medida preventiva, obligando a los conductores a realizar los ajustes necesarios para que sus vehículos sean más eficientes y menos contaminantes.

El Pereirano

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