Hospital Santa Sofía de Manizales avanza con su nueva sede
El Hospital Santa Sofía de Manizales avanza con su nueva sede, fortaleciendo la atención en salud en el Eje Cafetero. La nueva sede junto al edificio actual transformará la atención médica con más hospitalización, pediatría, UCI y servicios cardiovasculares.
Lea también: Nuevos semáforos con figuras llegan a Colombia en 2025
La obra lleva un avance del 7%, con 300 pilotes de 30 metros que serán la base sismorresistente del nuevo hospital. La primera fase incluye un edificio de 10 pisos: 2 de parqueaderos, 7 hospitalarios y 1 helipuerto para emergencias.
Hospital Santa Sofía de Manizales: impacto regional y capacidad ampliada
La nueva sede del Hospital Santa Sofía se proyecta como un centro de referencia regional, con capacidad para responder a la creciente demanda en salud del Eje Cafetero. Entre las principales mejoras se incluye el aumento en camas de hospitalización, que pasarán de 129 a más de 225, así como una expansión significativa en cuidados intensivos, con 47 camas frente a las 27 actuales.
Uno de los aportes más relevantes será la inclusión de un servicio exclusivo de urgencias pediátricas con 40 camas, lo que permitirá una mejor atención a la población infantil del departamento de Caldas. Este componente responde a una necesidad urgente, considerando el déficit hospitalario de más de 800 camas en los tres niveles de atención médica en la región.
Además, el nuevo hospital fortalecerá el área cardiovascular, consolidando a Santa Sofía como un punto de referencia en esta especialidad para los departamentos vecinos. Con estas capacidades, se estima que el hospital podría atender a más de mil pacientes al mes, gracias a una rotación promedio de cinco días por cada paciente hospitalizado.
Obras del Hospital Santa Sofía: inversión y planificación estratégica
El presupuesto aprobado para la primera etapa del proyecto es de $124 mil millones. Sin embargo, para finalizar la segunda etapa, se requieren $51 mil millones adicionales, de los cuales $15 mil millones ya están disponibles. El resto está siendo gestionado mediante un documento CONPES que permitiría obtener el respaldo del Gobierno Nacional.

Esta segunda fase contempla la construcción de nuevas áreas de urgencias, quirófanos, más niveles de hospitalización y las oficinas administrativas. Parte de esta ampliación se ejecutará sobre el actual edificio, el cual se prevé demoler parcialmente para dar paso a nuevas instalaciones, sin comprometer espacios funcionales como el centro cardiovascular y el área de urgencias, que podrían ser adecuados y conservados.
Carlos Alberto Piedrahíta, gerente del hospital, explicó que se está evaluando conservar el edificio antiguo por su valor patrimonial, integrándolo al complejo moderno para optimizar espacios y fortalecer la oferta hospitalaria.
Lea también: Dosquebradas avanza en inclusión para personas con discapacidad
“La idea es no sacrificar infraestructura útil”, aseguró Piedrahíta, al señalar que se aprovecharán las más de 10 hectáreas disponibles del terreno para expandir servicios y parqueaderos, mejorando la movilidad interna del complejo.
Transparencia y retos técnicos en la ejecución del proyecto
La construcción del nuevo hospital ha enfrentado desafíos técnicos, como el hallazgo de grandes rocas no previstas en los estudios geotécnicos iniciales. No obstante, la intervención con maquinaria especializada ha permitido mantener el ritmo de obra, sin mayores retrasos. Asimismo, el clima ha sido favorable, facilitando el cumplimiento del cronograma.
El proyecto cuenta con la vigilancia constante de entes de control como la Procuraduría y la Contraloría General de la República, lo cual garantiza transparencia en el manejo de los recursos públicos y en la ejecución técnica. Además, el contratista seleccionado cumple con los requisitos financieros y técnicos exigidos, lo que refuerza la confianza en la culminación exitosa de la obra.
Con este avance, Manizales y el Eje Cafetero se preparan para recibir un hospital más moderno, con mejor capacidad de respuesta y preparado para afrontar retos de salud pública, emergencias volcánicas y enfermedades crónicas.