Misteriosa muerte de indígena Embera Chamí en Apía conmociona a la comunidad
La muerte de un hombre indígena de la comunidad Embera Chamí en Apía ha causado conmoción entre habitantes y autoridades. Orlando Guatiquí Nayaza, de 41 años, falleció en circunstancias extrañas que aún no se han esclarecido del todo.
Lea también: Andrea Petro lanza dura crítica: “Usan el dolor ajeno como excusa”
El cuerpo fue llevado por miembros de su comunidad hasta el Hospital San Vicente de Paúl del municipio risaraldense. Lo que más ha sorprendido es que el cadáver no presentaba signos de violencia física visibles. Aunque se barajan varias hipótesis, una de las más fuertes apunta a un posible efecto adverso de una práctica ritual con medicina ancestral.
Comunidad y autoridades investigan la muerte de indígena Embera Chamí en Apía
Las primeras versiones recogidas por las autoridades señalan que Guatiquí Nayaza pudo haber ingerido un bebedizo durante una ceremonia tradicional. Esta práctica, según relataron miembros de su comunidad, está ligada a creencias en poderes espirituales y curativos.
Andrés Hoyos, alcalde de Apía, fue enfático al señalar que los hechos están siendo investigados a fondo. “La situación es confusa. Se habla de un infarto, pero también de un posible ritual con bebedizos. Aún no se ha confirmado nada”, afirmó el mandatario.
Guatiquí residía en la vereda Quindío, donde, a pesar de estar físicamente alejado de su núcleo comunitario, mantenía su identidad cultural y su conexión con la cosmovisión Embera. Algunos testimonios indican que había regresado recientemente para participar en ceremonias de sanación.
Contexto cultural y prácticas ancestrales
La medicina ancestral para los Embera Chamí no es solo un recurso terapéutico, sino una expresión de su espiritualidad. Estas prácticas involucran rituales con plantas, rezos y cantos tradicionales. En muchas ocasiones, los tratamientos son conducidos por jaibanás (chamanes) reconocidos en sus comunidades.
Sin embargo, cuando se producen muertes o efectos adversos, la línea entre lo espiritual y lo legal se vuelve difusa. Las autoridades enfrentan el reto de investigar sin vulnerar los derechos culturales ni criminalizar prácticas tradicionales.
Lea también: ¡Así avanza el nuevo Hospital Santa Sofía en Manizales!
“Lo importante aquí es el respeto por la diversidad cultural, pero también debemos garantizar que no haya riesgos para la vida e integridad de las personas”, dijo un representante de la Secretaría de Salud del departamento.
El caso abre debate sobre la medicina ancestral y los riesgos asociados
La muerte de Orlando Guatiquí ha encendido el debate sobre los límites entre la medicina tradicional indígena y la medicina occidental. Aunque la Constitución colombiana reconoce el derecho de las comunidades indígenas a conservar sus costumbres, también se exige responsabilidad en prácticas que puedan poner en peligro la vida.
No es la primera vez que se presenta un caso similar en la región. En años anteriores, otros episodios han generado preocupación entre autoridades de salud, especialmente cuando los rituales incluyen el uso de plantas psicoactivas o tratamientos no regulados.
Al respecto, voceros indígenas han insistido en que estas prácticas forman parte de su herencia ancestral. “No se trata de brujería ni de supersticiones, es nuestra medicina, la que nos ha sanado durante siglos”, afirmó uno de los acompañantes de la familia Guatiquí.
Por ahora, se espera el resultado de la necropsia que determine la causa exacta de la muerte. Este informe será clave para esclarecer si fue un infarto, una reacción adversa o un efecto derivado de un ritual. Mientras tanto, la comunidad permanece unida en el duelo y en defensa de su identidad.
Un llamado al diálogo intercultural y a la regulación responsable
Este caso resalta la urgencia de fortalecer los puentes entre la medicina oficial y la medicina ancestral. Es necesario crear protocolos de diálogo intercultural para que ambas puedan coexistir de manera segura y respetuosa.
Al mismo tiempo, se plantea la posibilidad de establecer líneas claras de regulación para prácticas de riesgo. Todo ello sin poner en duda el valor cultural de los saberes indígenas, pero garantizando condiciones de seguridad para quienes acceden a ellos.
El alcalde de Apía concluyó: “Estamos abiertos al diálogo con los líderes indígenas. Queremos acompañarlos en este momento difícil y, sobre todo, trabajar en conjunto para evitar nuevas tragedias.”