La ola de hurtos en El Poblado de Pereira preocupa a los habitantes
Los hurtos en El Poblado de Pereira se han convertido en una constante durante las últimas semanas, generando miedo entre sus habitantes. Robos de vehículos, asaltos a viviendas y atracos a mano armada tienen en alerta a esta reconocida comuna del suroriente de la capital risaraldense.
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Los casos reportados han incrementado con rapidez. Lo que antes parecía aislado ahora se ha convertido en una seguidilla de hechos que afectan directamente la calidad de vida de las personas. Los vecinos aseguran que los delincuentes actúan con total impunidad, en cualquier momento del día y en distintos sectores del barrio.
Vecinos de El Poblado denuncian robos a viviendas y vehículos
Uno de los casos más recientes lo vivió Jairo Arboleda, habitante del barrio Villa del Prado. Según relató, su vehículo fue robado estando parqueado frente a su casa. “Era el resultado de muchos años de trabajo con mi familia, y lo perdimos todo en cuestión de minutos”, expresó visiblemente afectado.
Arboleda no ha sido el único. Otros residentes han manifestado su preocupación por el aumento en la inseguridad, afirmando que los delincuentes ya no se limitan a las calles. Ahora, también ingresan a las viviendas, ya sea forzando puertas o entrando por los techos.
Así lo vivió Jessica Gómez, residente en el barrio Poblado II, quien denunció que su casa fue saqueada por sujetos que ingresaron por el techo. “Se llevaron electrodomésticos, joyas y hasta ropa. Lo que más duele es la sensación de que ni en casa estamos seguros”, declaró.
Las autoridades han recibido múltiples denuncias en los últimos días. Aunque se han intensificado los patrullajes en algunos puntos críticos, la comunidad considera que estas medidas son insuficientes frente al nivel de delincuencia que enfrentan.
Inseguridad en aumento: una problemática que pide soluciones urgentes
La comuna El Poblado no es ajena a los problemas estructurales que enfrentan otras zonas urbanas de Pereira. Sin embargo, los recientes hechos han encendido las alarmas. Líderes comunitarios han solicitado con urgencia la presencia constante de la Policía y la instalación de cámaras de seguridad.
Los robos más comunes son el hurto de celulares, bolsos, motocicletas y vehículos, muchos de ellos cometidos mediante intimidación con armas blancas o de fuego. Además, el uso de motocicletas por parte de los ladrones les permite escapar rápidamente del lugar, dificultando su captura.
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Desde la Alcaldía de Pereira se han realizado algunos esfuerzos para fortalecer la seguridad en las comunas más afectadas. Sin embargo, los vecinos de El Poblado aseguran que las soluciones aún no son visibles y que la delincuencia sigue golpeando con fuerza.
Uno de los aspectos más preocupantes es la falta de reacción oportuna. Según testimonios, los robos ocurren en cuestión de segundos, y aunque se llama a las autoridades, muchas veces ya es demasiado tarde.
A esto se suma el temor de denunciar. Varias personas prefieren guardar silencio por miedo a represalias o porque sienten que sus denuncias no tendrán consecuencias reales. Esta falta de confianza en el sistema agrava aún más la situación, ya que limita la respuesta institucional.
¿Qué medidas exigen los ciudadanos?
Entre las peticiones de los habitantes de El Poblado se encuentran:
- Refuerzo inmediato del pie de fuerza policial en toda la comuna.
- Instalación de más cámaras de videovigilancia, especialmente en calles y zonas comunes.
- Iluminación adecuada de parques, esquinas y vías poco transitadas.
- Mayor control sobre la circulación de motocicletas, especialmente con dos ocupantes.
- Campañas de prevención y participación ciudadana para fomentar la denuncia.
La comunidad también ha solicitado reuniones con la Secretaría de Gobierno y con la Policía Metropolitana para que escuchen sus inquietudes y propongan acciones concretas.
Una comunidad que no quiere vivir con miedo
Los habitantes de El Poblado saben que esta situación no puede normalizarse. No quieren acostumbrarse a vivir encerrados, ni mucho menos ver cómo se deteriora la seguridad en sus barrios.
“Antes los niños podían jugar afuera sin problema, pero ahora ni eso. Tenemos que estar vigilando todo el tiempo”, afirmó una madre de familia del sector.
Ante la creciente ola de hurtos, la ciudadanía pide respuestas rápidas y efectivas. Mientras tanto, muchos han optado por reforzar sus viviendas, instalar alarmas o cambiar rutinas para evitar ser víctimas de los delincuentes.









