Un feminicidio ha sacudido a la comunidad del barrio San Isidro, donde una mujer de 53 años fue brutalmente asesinada por su pareja sentimental. Horas antes del crimen, la víctima, identificada como Magnolia de Jesús Rivera, compartió en redes sociales una imagen con el hombre que presuntamente le quitó la vida. En la foto, ella mostraba felicidad tras recibir un ramo de flores de su agresor.
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El hecho ocurrió en la noche del domingo 2 de febrero. Según las autoridades, el hombre, de 58 años, atacó a Magnolia con un arma cortopunzante en su propia vivienda. Al parecer, tras cometer el crimen, intentó quitarse la vida, pero fue encontrado con lesiones menores por la Policía, luego de una alerta de los vecinos.
Feminicidio en Itagüí: detalles del crimen
Magnolia había mantenido una relación de cinco meses con su agresor. El sábado 1 de febrero, la mujer publicó una fotografía junto a él, en la que aparecía sonriente con el ramo de flores que le había llevado. Todo parecía normal, pero apenas unas horas después, la historia dio un giro fatal.
Jorge Andrés Gómez, yerno de la víctima, aseguró que el presunto agresor era extremadamente celoso y controlaba constantemente a Magnolia. «Era una persona enferma, celosa, de esos que siempre están encima, llamándola y buscándola a toda hora», declaró.
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La Policía llegó a la vivienda tras recibir el reporte de los vecinos. Allí encontraron el cuerpo sin vida de Magnolia con múltiples heridas de arma blanca. A su lado, el presunto responsable presentaba algunas lesiones autoinfligidas, aunque no de gravedad. Fue trasladado a un centro asistencial, donde se recupera bajo custodia de las autoridades.
El impacto en la comunidad y el proceso judicial
La muerte de Magnolia ha generado indignación y tristeza en su entorno. Su vecino, Jhony López, la recordó como una mujer alegre, con un sentido del humor único. «Ella tenía unas jergas y unas cosas que solo ella sacaba para alegrarnos las tardes y las noches», expresó.
Magnolia enfrentó una vida difícil. Perdió a dos de sus tres hijas, pero siempre encontró fuerza en su única descendiente viva, Catherine, quien fue la persona que halló el cuerpo de su madre junto al agresor.
El presunto feminicida ahora enfrenta un proceso judicial por feminicidio agravado. La comunidad de San Isidro exige justicia y rechaza cualquier forma de violencia contra las mujeres. Autoridades y colectivos de defensa de los derechos femeninos reiteran la importancia de denunciar señales de violencia en las relaciones de pareja y de brindar apoyo a quienes pueden estar en peligro.