Las gasolineras de Pereira han visto una disminución de al menos $30 mil millones en ventas durante 2024.
Durante el año 2024, los minoristas de combustibles en Risaralda enfrentan pérdidas millonarias, con una reducción en ventas que asciende a $30 mil millones. Esta alarmante cifra fue confirmada por José Alberto Arias, presidente ejecutivo de Imzacom y vocero nacional de Fendipetróleo. Según Arias, a nivel nacional, las gasolineras dejaron de vender cerca de 150 millones de galones de combustible en los primeros nueve meses del año. En Pereira, la situación es igualmente crítica, con una disminución de aproximadamente 1 millón 700 mil galones.
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Factores que afectan las ventas de combustibles en Pereira
Arias explicó que diversas medidas municipales, como el pico y placa, así como iniciativas como el día sin carro y sin moto, han contribuido significativamente a esta caída en las ventas. En particular, septiembre se destacó como el mes con mayores pérdidas, debido a la combinación de cierres viales por eventos deportivos y el impacto del paro camionero. Estos factores han restringido la movilidad y, por ende, la capacidad de los ciudadanos para acceder a las estaciones de servicio.
El presidente de Imzacom también mencionó que la situación actual del gremio se complica aún más con la reciente reforma laboral, que podría tener efectos negativos en la generación de empleo en las estaciones de servicio. «Estamos viviendo un momento crítico, y es fundamental que las autoridades locales tomen en cuenta nuestros desafíos para buscar soluciones», afirmó Arias.
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Llamado a las autoridades locales
Ante este panorama, los líderes del gremio minorista de combustibles están planeando una reunión con las autoridades municipales en los próximos días. El objetivo de este encuentro será plantear los problemas más urgentes que enfrentan, así como proponer alternativas que permitan mitigar las pérdidas y asegurar la viabilidad del sector en Risaralda.
La situación no solo afecta a los propietarios de las estaciones de servicio, sino que también tiene implicaciones en el empleo local y la economía de la región. La falta de ventas en las gasolineras se traduce en menos ingresos y, por ende, en una disminución de las oportunidades laborales para los trabajadores del sector.