La coordinación efectiva entre el gobernador y organismos de socorro mitiga el impacto de la primera temporada de lluvias del 2024.
La región de Risaralda enfrenta un desafío sin precedentes tras la serie de incendios, inundaciones y vendavales que han azotado a cuatro de sus municipios: La Celia, Santa Rosa de Cabal, Dosquebradas y Pereira. Estos eventos son consecuencia directa de la primera temporada de lluvias del año, exacerbada por el Fenómeno El Niño, que actualmente atraviesa el país.
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Control y respuesta frente a los desastres
En La Celia, el heroico esfuerzo conjunto del Cuerpo de Bomberos Voluntarios y la comunidad logró contener un devastador incendio forestal después de ocho arduas horas de trabajo. El siniestro, ocurrido en la vereda San Eugenio, no solo consumió cultivos de café, plátano y piña, sino que también afectó la infraestructura del acueducto comunitario, vital para la subsistencia de la zona.
Mientras tanto, los municipios de Santa Rosa de Cabal, Pereira y Dosquebradas experimentaron las consecuencias de las fuertes lluvias nocturnas de este miércoles. Las precipitaciones, además de provocar inundaciones, arrasaron con los techos de varias casas, dejando a numerosas familias vulnerables ante la furia de la naturaleza.
«Nos encontramos en una etapa de debilitamiento del Fenómeno El Niño, pero este aún influye en la primera temporada de lluvias del año», explicó Diana Carolina Ramírez Laverde, coordinadora departamental de Gestión del Riesgo de Desastres. «A pesar de esperar lluvias por debajo del promedio, las emergencias relacionadas con estas no han cesado, sumando también los incendios forestales a nuestra lista de preocupaciones».
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Precaución y medidas preventivas ante las inundaciones
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) ha emitido una alerta amarilla para la cuenca del río Otún, señalando la posibilidad de crecientes súbitas que podrían afectar especialmente a Santa Rosa de Cabal, Dosquebradas, Marsella y Pereira. Las autoridades municipales han sido instadas a mantener una vigilancia constante para prevenir posibles catástrofes.
Adicionalmente, los municipios de Apía, La Celia, Mistrató, Pereira, Pueblo Rico, Santa Rosa de Cabal y Santuario se encuentran bajo alerta naranja por el riesgo de deslizamientos, mientras que Balboa, Guática y Quinchía están en alerta amarilla. Estas advertencias reflejan el alto nivel de vulnerabilidad de la región ante eventos climáticos extremos.
Compromiso gubernamental y comunitario
El gobernador Juan Diego Patiño Ochoa ha demostrado un compromiso inquebrantable con las familias afectadas, coordinando esfuerzos de respuesta y asegurando que la asistencia necesaria llegue a quienes más lo necesitan. Este enfoque colaborativo entre el gobierno y los organismos de socorro ha sido fundamental para enfrentar las adversidades presentes y prepararse para futuras contingencias.
Risaralda se encuentra en un momento crítico, enfrentando la fuerza de la naturaleza con resiliencia y solidaridad. La respuesta unificada de sus habitantes y líderes destaca la importancia de la preparación y la cooperación en tiempos de crisis, sentando las bases para una comunidad más fuerte y preparada ante los desafíos que puedan surgir.