la atacó y arrastró
Otto se le fue encima, no tenía el bozal puesto, al parecer el cuidador de este terrier american bully, se confiaba en que el perro no era “agresivo”. El brutal ataque de un canino a una adulta mayor de 66 años que se registró dentro del conjunto Club Residencial El Nogal de Pereira, se conoció que el estado de salud de la abuela es delicado, también que las autoridades tomarán todas las medidas de protección y seguridad.
Para los habitantes del conjunto el susto fue impresionante, pues a eso de las 9:15 de la mañana de ayer domingo, doña Gertrudis Arcila Loaiza, llegó para encontrarse con su hijo en la zona de mascotas del prestigioso conjunto, en este lugar, estaban como de costumbre, dos perros de raza potencialmente peligrosa sin bozal, ya que el propio hijo de la víctima es el cuidador encargado desde hace varias semanas, pues los dueños de estas mascotas, habrían salido del país.
El detonante del ataque al parecer fue un movimiento en falso de la mujer quien al parecer se cayó, pero en la caída se produjo un ruido que alertó a los canes y uno de ellos de nombre Otto se le fue encima, el perro la tomó por el brazo derecho, y la arrastró por un buen tramo en el parque, hasta un sitio donde había alambres de púas sueltos utilizados para separar las rejas, condición que le produjo más heridas.
Mientras todo esto ocurría en cuestión de segundos, el hijo de la víctima, el mismo cuidador de los perros, quiso ayudarla, pero al mismo tiempo sostenía al otro perro que no dejaba de ladrar y mostrar su furia, la situación se hubiese complicado mucho más, todos los vecinos y espectadores estuvieron de acuerdo al indicar que, si hubiese soltado al otro can, definitivamente la historia tal vez sería peor.
Los gritos de auxilio tanto de la mujer como del hijo, llegaron hasta los demás residentes quienes dieron aviso de inmediato a los vigilantes del conjunto, estos llegaron al instante a tratar de ayudar al hombre de 32 años a controlar al segundo can y así poder separar al primero de la adulta mayor.
En el momento que todo esto pasaba, otro de los guardias de seguridad llamó a la Policía y también a una ambulancia que llegó aproximadamente 20 minutos después para auxiliar a la adulta, los residentes trataron de ayudar a la afectada, pero esta necesitaba con urgencia llegar a un centro médico.
El canino que es de raza american bully, fue visitado posteriormente por el personal de la Secretaría de Desarrollo Rural y Gestión Ambiental de la Alcaldía y la evaluación registró que no presentaron comportamiento agresivo, pero igualmente se mandó a revisión con expertos ya que según el administrador en diferentes ocasiones ha atacado a otros perros del conjunto, pero esta sería la primera vez que agrede a una persona.
La Policía Metropolitana le impuso un comparendo al hijo de la víctima, por llevar los perros sin bozal, mientras que la misma mujer atacada, pidió que por favor el animal no fuera sacrificado, y por el momento los residentes del Club Residencial el Nogal tienen programada una reunión para definir si dejarán seguir viviendo a estos caninos allí.
Cabe mencionar que en la Ley 746 del 2002 se especifica que en lo que respecta a los conjuntos residenciales, son las administraciones quienes permitirán tener o no perros de razas potencialmente peligrosas, pero que cuando se trata de convivir en áreas comunes deben llevar bozal y correa.
En cuanto a las recomendaciones por la Secretaría de Desarrollo Rural y Gestión Ambiental, estos recomiendan un refuerzo de vacunación rábica anual, también los caninos deben ejercitarse diariamente mínimo dos veces al día, por periodos de 20 minutos como mínimo, deben tener en cuenta siempre el uso de traílla y Bozal, se debe realizar esterilización de estos animales, además del uso de póliza de responsabilidad civil para los dos caninos.
Otros aspectos de seguridad que se deben aplicar son:
Identificación mediante microchip
Evaluación etológica o comportamental especializada.
Registrar los caninos ante la página de la alcaldía municipal.
Garantizar las 5 libertades.
Otto no tenía vigente la vacuna contra la rabia desde hacía 15 días, se espera que esto no afecte a la víctima.
Los caninos junto a sus dueños viven en la torre 6 del conjunto residencial mencionado. Gertrudis fue atendida en la Clínica Los Rosales de Pereira, allí los médicos manifestaron que perdió su oreja izquierda, y tiene comprometido el ojo izquierdo, así como una arteria por las múltiples lesiones en esa zona que son producto del alambre de púas, mientras que el brazo derecho solo presenta mordeduras, y queda pendiente de una cirugía.