Cuatro días duró la batalla de una mujer de 31 años de edad que estuvo luchando por su vida en un centro asistencial de la ciudad de Pereira; todo porque el conductor de una moto la atropelló y se huyó del lugar de los hechos sin dejar ningún rastro. La situación se presentó el pasado martes 17 de enero, aproximadamente entre las 5:30 y las 6:00 de la mañana.
Las autoridades de la perla del Otún están buscando al irresponsable conductor, pero no han logrado establecer ni su identidad, ni el número de placa del vehículo que conducía. los hechos cumplen hoy 8 días y siguen sin ser aclarados ante los familiares y allegados de Luz Adriana Muñoz González.
Según algunos testimonios, la mujer caminaba por la vía principal que comunica a los barrios Campestre A con el B y el C; justo a la altura de la entrada al barrio el Bohío, cuando de repente apareció el conductor de una motocicleta que la atropelló golpeándola de frente y luego rápidamente se escapó del sitio.
Algunos residentes de la zona que alcanzaron a presenciar lo sucedido no lograron ver la placa, pero corrieron a auxiliar a la dama y de manera rápida la llevaron en un taxi hasta el Hospital de Santa Mónica que era el más cercano, allí tras estabilizarla y brindarle los primeros auxilios, los médicos decidieron trasladarla para el Hospital Universitario San Jorge, a donde llegó sobre las 9:00 de la mañana.
Para las autoridades hubo un problema, no sabían de quién se trataba pues la mujer estaba indocumentada al momento del siniestro, fue así como sobre el mediodía, los familiares de Luz Adriana llegaron al centro médico buscándola y lograron identificarla, luego, escucharon de los agentes de tránsito lo sucedido, pero quedaron muy preocupados por ella ya que estaba internada en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Durante la mañana del sábado, los allegados a la mujer, recibieron la fatal noticia de su deceso por las lesiones. la familia quiere que por favor la persona que causó este accidente se haga responsable, ya que dejó a una pequeña de 7 años huérfana y sola, porque tampoco tiene papá.
