Lucho Herrera admitió pago a paramilitares en caso de desaparición forzada
El exciclista colombiano Lucho Herrera reconoció haber entregado diez millones de pesos a un grupo paramilitar en 2016. Este pago estaría relacionado con el proceso judicial en el que está vinculado por la presunta desaparición forzada de cuatro personas en Fusagasugá, Cundinamarca, su ciudad natal.
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Durante una audiencia ante la Fiscalía, Herrera explicó que el dinero fue entregado a un sujeto que llegó en moto a su residencia, y tras ello, no volvió a tener contacto alguno. La confesión fue revelada por Noticias Uno, medio que tuvo acceso a la diligencia judicial.
Caso Lucho Herrera: Desaparición forzada y vínculos con paramilitares
La investigación contra Luis ‘Lucho’ Herrera comenzó formalmente en abril de 2025, cuando una jueza de Fusagasugá solicitó abrir expediente por desaparición forzada. Esto ocurrió tras el testimonio de Luis Fernando Gómez Flórez, alias Ojitos, un exparamilitar condenado que vinculó al excampeón de ciclismo con las Autodefensas Campesinas del Casanare.
Según Gómez, Herrera solicitó en 2002 la desaparición de cuatro personas por un conflicto de tierras. Las víctimas eran supuestamente vecinos suyos que se habrían negado a vender terrenos colindantes. Gómez declaró que él y otro exparamilitar, alias Menudencias, recibieron la orden directa del jefe paramilitar Martín Llanos para ejecutar el encargo.
Víctimas: Víctor y José Rodríguez, Gonzalo Guerrero y Diuviseldo Torres, desaparecidos en 2002, según versión de exparamilitares implicados. Desaparecieron el 23 de octubre de 2002 bajo circunstancias similares. Documentos judiciales señalan que las víctimas fueron señaladas falsamente como colaboradores de la guerrilla.
En su testimonio, Herrera reconoció conocer a dos de las víctimas desde la infancia, pues crecieron cerca de la casa de sus padres en Fusagasugá. Negó ordenar la desaparición y afirmó ser víctima de extorsión por parte de grupos armados que operaban en la región.

Lucho Herrera se defiende y dice ser víctima de extorsión
Tras la audiencia ante la Fiscalía, el abogado de Herrera, Hernando Herrera, divulgó un comunicado afirmando que su cliente es víctima de “calumniosas sindicaciones, extorsiones y chantajes emocionales”. Agregó que el pago a los paramilitares no fue para ordenar ningún crimen, sino una forma desesperada de proteger su integridad y la de su familia.
Herrera guardó silencio ante la prensa; su defensa atribuye las acusaciones a versiones falsas de exparamilitares que buscan beneficios judiciales.
El exciclista de 64 años, conocido como el jardinerito de Fusagasugá, es uno de los ídolos históricos del deporte colombiano. Fue el primer latinoamericano en ganar una etapa del Tour de Francia en 1984 y el primer colombiano en ganar la Vuelta a España en 1987. Su figura ha sido símbolo de esfuerzo, humildad y éxito deportivo a nivel internacional.
Sin embargo, el impacto de esta confesión amenaza con afectar su imagen pública. El caso está siendo seguido con atención por medios nacionales e internacionales, y la Fiscalía continúa evaluando si hay mérito suficiente para llevarlo a juicio.
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Un escándalo que sacude al ciclismo colombiano
La revelación del pago a paramilitares por parte de Lucho Herrera pone al descubierto una faceta oscura en la vida del exdeportista. Aunque aún no se ha determinado su responsabilidad penal, el hecho de haber realizado un pago en efectivo a un grupo armado ilegal en medio de un proceso judicial levanta serias dudas sobre su participación o conocimiento de los hechos denunciados.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han expresado su preocupación por el caso y han solicitado a la Fiscalía actuar con imparcialidad. La Fundación Noche y Niebla, que documenta crímenes del conflicto armado, expresó en un comunicado que este caso demuestra “la necesidad de no romantizar figuras públicas sin antes revisar el contexto histórico de sus actuaciones”.
Herrera, por su parte, ha sostenido su inocencia, aunque la opinión pública se encuentra dividida. Mientras algunos consideran que se trata de una víctima más del conflicto, otros exigen una investigación a fondo sin importar su trayectoria deportiva.









