El Consumo de Alcohol Puede Inhibir el Deseo Sexual y Aumentar el Riesgo de Disfunción Eréctil
El consumo de alcohol antes de tener relaciones íntimas puede tener serias repercusiones en la salud sexual. Los expertos advierten que esta práctica no solo distorsiona los estímulos sexuales, sino que también puede inhibir el deseo sexual, aumentar el riesgo de disfunción eréctil y provocar otras consecuencias físicas y psicológicas adversas. Mariela Martínez Ramos, psicóloga y miembro de la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología, explica en una entrevista con el portal ‘Cuidateplus’ que el cerebro juega un papel crucial en los encuentros sexuales, y la ingesta de alcohol puede alterar este proceso de manera significativa.
Lea también: Santa Marta celebra sus 500 años en la 44 vitrina turística de ANATO
Efectos Físicos del Alcohol en la Salud Sexual
El alcohol puede afectar gravemente la calidad de las relaciones íntimas al distorsionar los estímulos sexuales. Martínez Ramos señala que esta distorsión puede llevar a una inhibición del deseo sexual, resultando en efectos físicos como una eyaculación tardía en los hombres y una disminución de la lubricación en las mujeres. Estos efectos no solo impactan la satisfacción sexual, sino que también pueden afectar la relación de pareja a largo plazo.
Además, uno de los efectos físicos más comunes del consumo excesivo de alcohol es la disfunción eréctil. Según un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid, el alcohol aumenta la oxidación en una proteína clave para la erección, la guanilato ciclasa. Este fenómeno impide que los vasos sanguíneos se dilaten adecuadamente, lo que resulta en dificultades para mantener una erección.
Lea también: Nuevo cambio para las EPS en Colombia, por reforma a la salud
Consecuencias Psicológicas y Conductuales del Consumo de Alcohol
Más allá de los efectos físicos, el consumo de alcohol también tiene importantes consecuencias psicológicas y conductuales. El alcohol puede reducir la seguridad sexual, generando ansiedad y miedo antes de las relaciones íntimas. Esto puede llevar a comportamientos sexuales riesgosos, como tener relaciones sin protección, lo que aumenta el riesgo de infecciones de transmisión sexual, embarazos no deseados y agresiones sexuales.