El MinSalud enfrenta presiones por parte de principales entidades prestadoras de salud que auguran un escenario crítico en el panorama financiero.
El pasado 27 de julio, el MinSalud, Guillermo Jaramillo, recibió una misiva de considerable importancia. En la carta, los líderes de las principales EPS del país, como Sanitas, Sura y Compensar, advierten de la «difícil y angustiosa situación financiera que atraviesa nuestro sistema de salud».
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Este documento, suscrito por el gerente general de la EPS Sura, Pablo Otero; el presidente de Sanitas, Juan Pablo Rueda; y el director de salud de Compensar, Andrés Barragán, pone sobre la mesa inquietudes sobre la viabilidad financiera de estas entidades. Resaltan que el valor de la UPC (Unidad de Pago por Capitación) actualmente es insuficiente para cubrir el plan de beneficios en salud. A esta situación se suma el peso de las deudas de presupuestos máximos, recobros y los gastos generados por la pandemia del COVID-19.
Los dirigentes no sólo pusieron de manifiesto sus preocupaciones, sino que hicieron un llamado urgente: “vemos con seria dificultad avanzar con la operación después del mes de septiembre del presente año”. La EPS Sanitas y Compensar EPS han añadido que, de continuar esta tendencia, ”no cumplirían con los indicadores financieros al finalizar el año en curso”.
Reunión clave con el MinSalud.
No pasó mucho tiempo antes de que se tomaran acciones. El ministro Guillermo Jaramillo ha citado a las entidades en la sede del Ministerio de Salud. Esta reunión, programada para el 23 de agosto a las 8:00 a.m., buscará discutir las soluciones viables para el problemático escenario financiero que enfrentan estas EPS.
Once EPS, incluyendo a Compensar, Sura y Sanitas, agremiadas en Acemi, han señalado las falencias en el giro de recursos por parte del Gobierno. Ana María Vesga, presidenta ejecutiva de Acemi, señala que el estado «no reconoce y no ha sido capaz de absorber la dinámica de gasto en salud», lo que ha dejado a las EPS en una posición insostenible.
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El Ministerio de Salud no ha permanecido indiferente ante estos llamados. En una respuesta inicial, ha dado claridad sobre el flujo de pagos de deudas y ha propuesto la búsqueda de mayores recursos que solventen las necesidades financieras del sistema de salud en Colombia.
Es evidente que las próximas semanas serán cruciales para definir el futuro del sistema de salud colombiano. Las acciones y soluciones que se adopten ahora determinarán la capacidad de respuesta del sector en los meses venideros.
