La dramática escena que se quedó en la memoria de un país cansado de los falsos positivos, se dio durante la audiencia de imputación de cargos llevada a cabo el pasado jueves 2 de febrero, cuando el coronel (r) Benjamín Núñez, con micrófono en mano, se declaró culpable por el crimen de tres jóvenes en el corregimiento Chochó, Sucre, el 25 de julio de 2022.
El exalto mando de la Policía es el principal implicado en el crimen de tres jóvenes en el corregimiento Chochó en julio de 2022. Núñez pagaría 29 años de cárcel por los tres ‘falsos positivos’ de Chochó, Sucre; el exmando de la Policía Nacional aceptó los cargos de homicidio agravado, ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio y privación ilegal de la libertad no solo por el asesinato de Carlos Ibáñez Mercado, José Carlos Arévalo y Jesús David Díaz Monterroza sino por presentarlos después como presuntos integrantes del Clan del Golfo.
En medio del proceso judicial, lloró mientras le pidió perdón a los familiares de las víctimas, según el acuerdo firmado con la Fiscalía, el señalado pagará una pena de 29 años y seis meses de prisión en establecimiento carcelario; además será testigo del ente acusador en este proceso en el cual han sido detenidos más de 10 uniformados, incluyendo patrulleros que fueron imputados por los delitos homicidio agravado, destrucción de elementos probatorios, privación ilegal de la libertad y tortura entre otros delitos.
Benjamín Núñez estará obligado a declarar si hubo o no una posible participación del mayor Cristian Alberto Betancur, quien fue capturado por unidades del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía , el pasado 30 de enero mientras se encontraba en las instalaciones del comando de la Policía de Sucre entregando su oficina, pues este, iba a ser trasladado para dirigir el distrito del Golfo de Morrosquillo.
La situación se complicó desde el pasado mes de diciembre cuando circuló una foto que mostraba al coronel (r) sentado en la cama de una celda de la prisión de Picaleña —en Ibagué—, donde se encuentra recluido. Dicha imagen, conocida por la revista Semana, medio que aseguró que el exuniformado habría contado con privilegios, incluyendo un plan de alimentación especial, un teléfono de alta gama y visitas sin restricciones.
El exmando policial seguirá recluido en la cárcel Picaleña, en Ibagué.
“Nunca se le han encontrado elementos de prohibida tenencia (…) No tiene un régimen alimenticio especial y simple y llanamente y que ha cumplido sus obligaciones como cualquier otro privado de la libertad”, indicó Sergio Ramírez, abogado del antiguo uniformado.
Sumado a eso, el director de la cárcel Picaleña, Miguel Ángel Londoño Rodríguez, indicó que le había dicho al abogado la nula existencia de elementos ilegales o alguna otra irregularidad en la celda del excoronel; sin embargo, advirtió en declaración recogida por otro medio de comunicación que seguirán adelantándose las investigaciones correspondientes para hallar posibles irregularidades.