Ser amante de la naturaleza y disfrutar de la misma, es sinónimo de querer visitar el Parque Regional Natural Ucumarí.
Este hermoso sitio, ubicado en uno de los cinco parques naturales regionales protegidos de Risaralda que se pueden visitar, permite a los caminantes que llegan hasta el lugar, diferentes servicios para garantizar una estancia agradable y sana con el entorno natural.
El Parque Regional Natural Ucumarí con una extensión aproximada de 3.900 hectáreas está ubicado en la cuenca del río Otún (1.850 -2600 m.s.n.m) en la zona amortiguadora del Parque Nacional Natural Nevados, y tiene como objetivo principal contribuir a la conservación de la cuenca del río Otún, que abastece de agua a las cabeceras urbanas de Pereira y Dosquebradas. Fue declarado así en 1984.
Para ir a La Pastora, debes estar en Pereira para cumplir el primer trayecto en la vía carretera destapada, lo primero que se debe hacer es abordar la “Chiva” o bus escalera que va hacia El Cedral, y que hará un recorrido, de aproximadamente dos horas, por uno de los corredores turísticos más hermosos y llamativos de la ciudad, apreciándose, casi en todo momento, el río Otún al costado izquierdo del camino, también se pueden apreciar los cambios y variedad en los paisajes únicos de la región, que forman parte del “Paisaje Cultural Cafetero”, sectores ganaderos, agrícolas, piscícolas, y bosque andino. Este medio de transporte se puede abordar en la calle 17, exactamente en la Plaza Cívica Ciudad Victoria, desde donde sale Transportes Florida en los siguientes horarios:
De lunes a viernes a las 7, 9 y 11 de la mañana, una a las 12:30 meridiano y otra a las 3 de la tarde. Los fines de semana y festivos conserva estos mismos horarios.
En cuanto la “Chiva” llega al final de su recorrido, hemos llegado a “El Cedral”, en este sitio se puede encontrar una oferta de servicios que pueden ser de utilidad antes de iniciar la fascinante caminata al refugio: tienda, baños, desayunos y almuerzos, todo lo necesario para prepararse antes de partir al lugar señalado, además allí te alquilan mulas y caballos, por si tu objetivo no es caminar si no disfrutar un poco más del paisaje y el recorrido, también puedes transportar en ellas las maletas o alimentos.
A penas esté listo todo, se comenzará un recorrido a pie de 6 km, que puede tomar entre 2 a 3 horas, dependiendo del ritmo de cada excursionista, no hay carretera, es camino de herradura, muy empedrado y pantanoso, por lo que se recomienda usar botas de caucho o calzado especial para que puedas cumplir sin contratiempos tu objetivo de llegar hasta La Pastora.
Esta trocha, llena de rocas, en un bosque espeso a lado y lado, y agua, mucha agua, que da vida a todo el exclusivo paisaje, exigirá la resistencia física de los aventureros que se atreven a subir la montaña, pero hará que el recorrido sea toda una aventura para los amantes de la naturaleza, y que la llegada sea aún más placentera, más que emocionante, el esfuerzo ha valido totalmente la pena. Si hacen el recorrido de día y se presta atención en el camino, se podrán escuchar e incluso ver la fauna y la flora propia de la región.
Poco, más o dos horas después de haber caminado los 6 kilómetros, con sus obstáculos y naturaleza, se encontrará una imponente cabaña de color rojo característico, “La Pastora”, la puerta de entrada al “Parque Nacional Los Nevados”. En este llamativo y tranquilo lugar, se podrá disfrutar de un acogedor y cálido espacio, rodeado de montañas y exuberante naturaleza. Los costos de alojamiento y alimentación son económicos, y existen descuentos para estudiantes, colegios, investigadores, grupos ecológicos y universidades. Ofrecen servicio de desayuno, almuerzo, comida y también “mecato” en una pequeña tienda al interior de la cabaña.
Pero también hay una cómoda zona de camping, donde se puede armar fogata, hay fogones para la preparación de alimentos y todo ocurre al interior de un pequeño bosque húmedo y frio al que llega el sol por varias horas alimentando de calor y vitamina D a sus visitantes y permitiendo que la fauna los visite como sinónimo de bienvenida al mágico escenario.
Para devolverse a la civilización, el camino es igual, pero bajando, esta vez, procura hacerlo con tiempo, de día, ya que la idea es disfrutar por completo el camino, capturar con cámara cada fascinante detalle, viviendo el paisaje a plenitud sensorial, te recomendamos llegar al Cedral antes de las 5 de la tarde para que estés listo y te puedas devolver en la última “Chiva” que sale del sector.
