Crisis hospitalaria en Risaralda por deuda de EPS que supera $359 mil millones
La crisis hospitalaria en Risaralda preocupa a las autoridades, porque la deuda de varias EPS supera los 359 mil millones de pesos y frena los servicios esenciales. La demora en la legalización y liquidación de contratos mantiene en jaque a la red pública, que hoy enfrenta una de sus situaciones más complejas.
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Los hospitales advierten que el flujo de recursos se encuentra prácticamente detenido. Aunque la problemática no es nueva, sí se ha vuelto más crítica. De hecho, directivos de centros asistenciales revelan que las EPS acumulan retrasos en trámites que superan los siete meses, lo cual impide recibir pagos y atender necesidades básicas.
Además, la incertidumbre genera tensión entre las instituciones. Los gerentes sienten que el sistema llegó a un punto límite. Sin embargo, afirman que aún esperan soluciones reales desde el nivel nacional y regional.
Crisis hospitalaria en Risaralda afecta contratos y frena recursos
La crisis hospitalaria en Risaralda tiene su mayor origen en la demora y negativa de algunas EPS para legalizar contratos. A corte de junio de 2025, la deuda asciende a 359.962 millones de pesos, una cifra que aumenta mes a mes.
El Hospital San José de La Celia es uno de los más impactados. Según su gerente, Juan Alejandro Monsalve, las entidades no giran recursos si no tienen contratos formalizados. Relata que el proceso debería ser ágil, pero hoy los trámites tardan más de siete meses. Por eso, afirma que están en un verdadero «jaque mate».
Este retraso impide prever gastos esenciales. No pueden garantizar insumos oportunos. Tampoco pueden cumplir con mejoras necesarias. La incertidumbre financiera se vuelve una carga diaria. Aunque buscan acuerdos, la situación parece estancada.
Además, los hospitales pequeños tienen menos capacidad de respuesta. Muchos dependen casi exclusivamente de los pagos de las EPS. Sin estos giros, la operación se vuelve frágil. Los gerentes explican que ya agotaron sus reservas. También aseguran que no pueden sostener la demanda creciente de servicios si la situación continúa.
Otro punto crítico es la burocracia interna de las EPS. Según los directivos, los procesos se quedan en áreas administrativas que no avanzan. Esto genera dilaciones que afectan la relación con los hospitales. Por eso, insisten en que se deben revisar los modelos actuales.
Crisis hospitalaria en Risaralda golpea a pacientes y servicios médicos
La crisis hospitalaria en Risaralda afecta de forma directa a los pacientes. Así lo señala Carlos Andrés Posada, gerente del Hospital Nazareth de Quinchía. Explica que los usuarios enfrentan demoras en las remisiones y en la entrega de medicamentos. Este problema se hace más evidente en zonas rurales.
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Los traslados a centros de mayor complejidad se vuelven lentos. También se afectan las cirugías programadas. Algunas deben reprogramarse porque no hay disponibilidad de recursos. Igualmente, los tratamientos de pacientes crónicos sufren interrupciones.
El impacto emocional también se siente. Las familias expresan preocupación. Temen que la calidad del servicio disminuya. Aunque los hospitales intentan responder, los retrasos financieros dificultan mantener una atención óptima.
Además, la crisis presiona al personal de salud. Médicos y enfermeros trabajan bajo mayor carga. Saben que la demanda no disminuye. Sin embargo, no cuentan con los insumos necesarios. Este panorama genera estrés operativo. También crea incertidumbre laboral, pues algunos contratos dependen de los giros de las EPS.
Los gerentes insisten en que no se trata solo de un problema administrativo. Señalan que las fallas operativas dentro de las EPS afectan el sistema público. Aunque han buscado conciliaciones, los avances son mínimos. Por eso, piden un acompañamiento más fuerte por parte de las autoridades.









