Comunicadora de Pereira sigue delicada tras ataque con escopolamina
La comunicadora pereirana María Camila Calvo, integrante del equipo de prensa de la Gobernación de Risaralda, continúa en delicado estado de salud luego de haber sido drogada con escopolamina en pleno centro de Pereira. El 16 de julio, cerca del Palacio Gris, un ataque con escopolamina alertó sobre inseguridad y deficiente atención médica.
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Según relató la propia víctima, caminaba por el centro de la ciudad acompañada de un amigo cuando un desconocido le lanzó una sustancia que generó una fuerte sensación de ardor en su rostro. Aunque logró reaccionar rápidamente y pedir ayuda, las consecuencias físicas y psicológicas del ataque aún persisten.
Ataque con escopolamina en el centro de Pereira causa alarma ciudadana
El incidente ocurrió a plena luz del día, en inmediaciones del edificio de la Gobernación de Risaralda. De acuerdo con María Camila, su instinto de supervivencia fue clave para evitar un desenlace peor. Tras sentir el ardor en su rostro, corrió hasta donde se encontraba el vigilante del edificio gubernamental, quien la asistió de inmediato.
Posteriormente, fue trasladada a un centro asistencial, donde esperaba recibir atención médica adecuada. Sin embargo, según su testimonio, el médico tratante minimizó los síntomas y, tras varias horas de espera, decidió darle de alta. María Camila asegura que su sistema nervioso aún está alterado y que no ha podido retomar su rutina habitual.
“Mi cuerpo no responde como antes. Me cuesta coordinar movimientos, tengo episodios de ansiedad y mi visión se ve| afectada”, declaró la comunicadora, quien además lamentó la falta de protocolos eficaces para atender estos casos. Esta experiencia ha generado indignación y preocupación entre sus colegas y la ciudadanía.
Comunicado de alerta a mujeres y llamado a las autoridades
María Camila decidió alzar la voz no solo para contar su historia, sino también para advertir a otras mujeres sobre los peligros latentes al caminar solas por el centro de Pereira. Hizo un llamado urgente a las autoridades locales para que fortalezcan los controles de seguridad en esta zona, donde, según residentes y comerciantes, los hurtos y ataques con sustancias son cada vez más frecuentes.
“Las mujeres no deberíamos tener miedo de transitar por nuestras calles. Necesitamos sentirnos seguras, y para eso es fundamental una acción real y contundente de las autoridades”, expresó Calvo.
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El caso ya está en manos de la Policía Metropolitana de Pereira, que adelanta investigaciones para identificar al agresor y establecer si se trata de una modalidad delictiva recurrente en la zona. Entre tanto, la Gobernación de Risaralda no se ha pronunciado oficialmente sobre la situación, a pesar de que la víctima hace parte de su equipo de comunicaciones.
La escopolamina y su impacto en la salud
La escopolamina, también conocida como “burundanga”, es una sustancia que afecta directamente el sistema nervioso central. Su uso por parte de delincuentes ha sido reportado en múltiples ciudades del país, ya que facilita el robo al anular la voluntad de la víctima.
En este caso, los efectos parecen haber sido más severos. Cinco días después del ataque, María Camila continúa lidiando con síntomas como inestabilidad, fatiga, visión borrosa y ansiedad. La joven comunicadora ha iniciado un tratamiento alternativo por fuera del sistema de salud pública, en busca de una recuperación que, según especialistas, puede tardar semanas o incluso meses.
Urge mejorar atención médica a víctimas de escopolamina
Uno de los aspectos que más ha indignado a la víctima y a la opinión pública es la deficiente atención médica recibida. En Pereira, al igual que en muchas otras ciudades de Colombia, no existen protocolos unificados ni especializados para atender con prontitud y efectividad a las personas afectadas por esta sustancia.
“Más allá del delito, lo que más me duele es la indiferencia del sistema de salud. Sentí que no importaba lo que me había pasado”, lamentó María Camila.