La presencia de habitantes de calle en Pereira genera tensiones
Los comerciantes del centro de Pereira han encendido las alarmas por la presencia masiva de habitantes de calle. Aseguran que esta situación está afectando directamente el comercio, la seguridad y la movilidad peatonal en zonas clave de la ciudad.
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En declaraciones recogidas por 360 Noticias, varios empresarios relataron casos donde estas personas se ubican en las entradas de los negocios, interfieren con los clientes y, en algunos casos, generan incomodidad por el consumo de sustancias psicoactivas en el espacio público.
“Esto se vuelve incómodo, porque en muchas ocasiones no dejan entrar a los clientes y los molestan mientras están comiendo”, aseguró uno de los comerciantes. “Uno no los puede echar porque se los tira de enemigos. La verdad es una situación bastante incómoda”, añadió.
Este tipo de testimonios refleja el malestar creciente entre los dueños de locales, quienes insisten en la necesidad de una intervención más efectiva por parte de las autoridades.
Alcaldía de Pereira prioriza atención con enfoque de derechos humanos
Ante las críticas, el secretario de Gobierno de Pereira, Jorge Mario Trejos, explicó que la administración está desarrollando un plan de intervención articulado con la Policía Nacional. Sin embargo, dejó claro que las acciones están limitadas por lo establecido en la Constitución y en fallos de la Corte.
Trejos recordó la Sentencia T-043 de 2015, en la que la Corte Constitucional señaló que ser habitante de calle no constituye un delito ni una contravención. Este estilo de vida, en muchos casos, se ampara en el derecho al libre desarrollo de la personalidad.
“No se puede simplemente montar a estas personas en un vehículo y sacarlas de la ciudad, como algunos proponen”, enfatizó el funcionario. Explicó que el municipio cuenta con un albergue habilitado que ofrece atención integral, pero que muchos habitantes de calle prefieren permanecer en el espacio público, especialmente si reciben dinero o alimentos directamente en las calles.
Por esta razón, desde la Alcaldía se hace un llamado a la ciudadanía para no entregar limosnas. “Esto perpetúa su permanencia en las calles y debilita cualquier esfuerzo institucional de atención y acompañamiento”, subrayó Trejos.
Estrategias para el retorno voluntario
A pesar de las limitaciones legales, la Alcaldía ha identificado casos en los que algunas personas han manifestado su deseo de regresar a sus ciudades de origen. En respuesta, el gobierno local está gestionando traslados dignos y voluntarios para facilitar su reintegración.
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Estas acciones se desarrollan en el marco de un enfoque de Derechos Humanos, en el que se prioriza el consentimiento y el respeto a la dignidad humana. No se trata de una expulsión forzosa, sino de una iniciativa orientada a restablecer vínculos familiares y comunitarios, cuando es posible.
El secretario de Gobierno también destacó que se han fortalecido los equipos de atención psicosocial y que se están desarrollando campañas pedagógicas con enfoque diferencial para intervenir en puntos críticos del centro.
Una solución compleja que requiere corresponsabilidad
La problemática de los habitantes de calle en Pereira no es nueva, pero ha cobrado mayor visibilidad debido al crecimiento de esta población en el centro urbano. Si bien las autoridades trabajan con los recursos legales disponibles, el reto sigue siendo encontrar un equilibrio entre el respeto a los derechos y el orden público.
Organizaciones sociales y expertos han señalado que se requieren más esfuerzos estructurales que incluyan salud mental, rehabilitación por consumo de sustancias y oportunidades laborales reales. También se pide fortalecer la articulación entre instituciones y sociedad civil para ofrecer respuestas más integrales.
Mientras tanto, los comerciantes piden soluciones urgentes que garanticen condiciones para el desarrollo económico sin afectar la seguridad de sus negocios ni la tranquilidad de sus clientes.