El protocolo de tratamiento tras la lesión con una jeringa infectada en ATESA
Un joven operario de la empresa de aseo ATESA, contratista del servicio público en Pereira, sufrió una grave lesión al ser pinchado por una jeringa infectada con restos de sangre. Este accidente ocurrió al levantar una bolsa de basura cerca del colegio Lestonnac, lo que encendió las alarmas tanto en la empresa como en la comunidad.
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Este tipo de incidentes plantea serias preocupaciones sobre la seguridad laboral de los trabajadores de limpieza, quienes enfrentan riesgos constantes, no solo por los elementos peligrosos en los residuos, sino también por las amenazas de agresiones y la falta de conciencia ciudadana sobre el manejo adecuado de los desechos.
El tratamiento médico tras la lesión: ¿qué sucede después de un accidente con una jeringa usada?
El protocolo médico ante una herida con jeringa usada y posible contaminación con fluidos corporales es claro y estricto. El trabajador de ATESA recibió atención médica inmediata, iniciando un tratamiento con medicamentos retrovirales para prevenir infecciones, especialmente el VIH, la hepatitis B y la hepatitis C. La intervención temprana es crucial para reducir los riesgos de infecciones graves.

Según Paola Andrea Grisales, gerente de la Empresa de Aseo de Pereira, el operario comenzará un seguimiento riguroso durante un año. “El tratamiento consistirá en la administración de retrovirales, que deben ser aplicados lo más pronto posible tras el accidente. Además, el trabajador deberá someterse a revisiones mensuales para controlar su salud y prevenir complicaciones,” explicó la funcionaria.
Aunque la situación del joven parece estar bajo control, la realidad es que estos accidentes tienen un impacto emocional significativo. “Estas situaciones afectan profundamente la calidad de vida de los trabajadores, quienes además deben lidiar con el estrés y la incertidumbre sobre su salud”, añadió Grisales.
¿Qué medidas tomará ATESA para prevenir futuros accidentes?
El incidente con la jeringa ha puesto en evidencia los riesgos a los que están expuestos los operarios de aseo y la necesidad urgente de aumentar las medidas de seguridad y sensibilización. La Empresa de Aseo de Pereira ya ha tomado acciones inmediatas para evitar que situaciones similares se repitan.
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Una de las estrategias clave será realizar una sensibilización casa por casa, en la que se informará a los habitantes sobre el manejo responsable de los residuos, especialmente aquellos considerados peligrosos, como jeringas, vidrios rotos y cuchillas. “En cada casa visitada, entregamos un sticker con información clave sobre el correcto manejo de los residuos, para que los ciudadanos estén conscientes de lo que pueden y no pueden desechar en los contenedores comunes”, detalló Grisales.
Además, la empresa planea aumentar su presencia en medios de comunicación para reforzar los mensajes educativos y alertar a la población sobre los peligros de no clasificar adecuadamente los desechos. Esto incluye la identificación de residuos especiales, que requieren un manejo distinto al de los desechos comunes.
“Lo que ocurrió con este operario no puede volver a suceder. Los carros recolectores están diseñados para recoger residuos domésticos normales. Los residuos especiales, como jeringas o elementos cortopunzantes, deben ser gestionados de manera diferente”, explicó la gerente. Esto resalta la necesidad de una mayor educación en la ciudadanía sobre cómo disponer correctamente de los residuos peligrosos.
Un panorama más amplio: los peligros a los que están expuestos los operarios
Este no es el primer incidente en el que los operarios de ATESA se ven expuestos a situaciones peligrosas. A lo largo de las últimas semanas, se han reportado varias agresiones verbales y amenazas con armas blancas y de fuego hacia el personal de recolección de residuos. Un caso reciente involucró a una operaria que fue agredida verbalmente por una ciudadana al intentar indicarle que estaba arrojando basura en un lugar no autorizado.
Casos como este, aunque menos visibles, reflejan la vulnerabilidad de los trabajadores que prestan un servicio esencial para la comunidad. Según Grisales, estos ataques ponen en riesgo tanto la integridad física como la emocional de los operarios, quienes enfrentan diariamente condiciones difíciles para garantizar la limpieza y el orden en las calles.
El hecho de que estos trabajadores estén expuestos a elementos peligrosos como jeringas y cuchillas, junto con la creciente hostilidad por parte de algunos ciudadanos, plantea la necesidad de mejorar tanto las condiciones laborales como la conciencia social sobre el trabajo de los operarios de aseo. «Es esencial que la sociedad reconozca la labor de nuestros empleados y respete los protocolos de seguridad para evitar accidentes que puedan tener consecuencias graves», agregó la gerente.









