CARDER activa plan de contingencia contra fiebre amarilla en áreas protegidas de Risaralda
Con el fin de proteger la salud pública y preservar la biodiversidad local, la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER) activó un plan de contingencia ante el riesgo de fiebre amarilla. Esta medida responde al reciente aumento de casos confirmados en varios departamentos del país y busca evitar que el virus llegue a los ecosistemas sensibles del territorio risaraldense.

Lea también: Pereira recibió más de 30 mil turistas en Semana Santa
Plan de contingencia de CARDER por fiebre amarilla en zonas naturales
Desde el 21 de abril de 2025, todos los visitantes que deseen ingresar a las áreas protegidas del departamento deben presentar obligatoriamente el carné de vacunación contra la fiebre amarilla. Esta decisión fue tomada tras detectarse 75 casos confirmados de la enfermedad en nueve departamentos de Colombia, incluyendo Tolima, Putumayo, Nariño y Caldas.
Ante este escenario, Julio César Gómez Salazar, director de CARDER, indicó que la institución adoptó una serie de medidas inmediatas. Estas incluyen el control en los puntos de acceso a zonas protegidas, como el Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya, el Distrito de Conservación de Suelos Barbas-Bremen y el Parque Natural Ucumarí.

La verificación del carné de vacunación está a cargo del personal de campo, especialmente guardabosques y educadores ambientales. “Nuestra prioridad es proteger tanto a los visitantes como a la fauna que habita estos ecosistemas únicos”, afirmó Gómez Salazar.
Además de esta exigencia, se lanzó una campaña informativa destinada a turistas nacionales e internacionales. El objetivo fue socializar la nueva normativa y reforzar la conciencia sobre el riesgo epidemiológico actual.
Riesgos de la fiebre amarilla para humanos y fauna silvestre
La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda transmitida por mosquitos infectados. Aunque en la mayoría de los casos los síntomas son leves, puede ser mortal en personas no vacunadas. Por esta razón, las autoridades ambientales intensificaron las estrategias de control en zonas de alta biodiversidad, donde los brotes podrían tener consecuencias graves.
Lea también: Colombia, con un solo representante para elegir al nuevo Papa
Uno de los puntos clave que motivó el plan de contingencia fue el reconocimiento del papel de la fauna silvestre como reservorio natural del virus. Especies como los monos aulladores, que habitan en los bosques de Risaralda, pueden verse afectadas si no se controla adecuadamente el ingreso de personas sin inmunización.
Marino Duque, guardabosques del Distrito Barbas-Bremen, fue enfático al respecto: “Solicitamos a todos los turistas que acaten las normas. No se trata solo de una medida sanitaria, sino de una acción ética y responsable para proteger a las especies y evitar una tragedia ambiental”.
En coordinación con autoridades locales de salud y turismo, la CARDER también facilitó el acceso a la vacuna en zonas con alta afluencia de visitantes. Esto permitió una respuesta rápida y efectiva ante el incremento de la amenaza sanitaria.
Turismo responsable y protección ambiental como pilares del plan
Con la activación del plan, la CARDER consolidó su enfoque de turismo responsable. La implementación de esta estrategia no solo protege a los visitantes, sino que también garantiza la conservación del patrimonio natural de Risaralda.
Las áreas protegidas del departamento representan hábitats esenciales para especies endémicas y en peligro de extinción. Un brote de fiebre amarilla podría tener efectos devastadores en estas poblaciones. Por eso, la prevención fue clave para mantener la seguridad biológica.
La entidad ambiental agradeció el compromiso de la ciudadanía, que en su mayoría acató la normativa sin mayores objeciones. Esta colaboración permitió mantener abiertos estos espacios naturales, sin comprometer la salud ni la integridad de los ecosistemas.