Un fuerte vendaval genera emergencias y evacuaciones en Pereira y Dosquebradas
El pasado sábado, un fuerte vendaval acompañado de tormenta eléctrica azotó la capital risaraldense, Pereira, y el municipio vecino de Dosquebradas. Las intensas lluvias y vientos ocasionaron múltiples emergencias, como caída de árboles, daños en redes eléctricas, inundaciones y derrumbes. La situación más grave se presentó en el barrio La Esneda, donde las autoridades tuvieron que evacuar a los residentes debido a un desprendimiento de tierra que representaba un alto riesgo para la comunidad.
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Desprendimiento de tierra en La Esneda y evacuación preventiva
La situación más crítica del vendaval ocurrió en el barrio La Esneda de Dosquebradas. Allí, un desprendimiento de tierra en la ladera de la montaña, que se vio agravado por las lluvias torrenciales, puso en peligro a los habitantes de la zona. Como medida preventiva ante el riesgo inminente de deslizamientos y derrumbes, las autoridades locales implementaron una evacuación inmediata de cuatro manzanas del sector.
Esta zona ha sido históricamente propensa a deslizamientos de tierra, que en ocasiones anteriores han cobrado la vida de más de 100 personas. El último desastre de este tipo ocurrió el 4 de mayo del año pasado, lo que hizo que las autoridades tomaran decisiones rápidas para proteger a la población. En total, 20 familias fueron trasladadas a un albergue temporal, donde recibieron asistencia y alimentos.
El director del Cuerpo Oficial de Bomberos de Dosquebradas, José Joaquín Ocampo, explicó que un Puesto de Mando Unificado (PMU) fue instalado en la zona para coordinar las labores de rescate y evacuación. En el PMU participaron diversos organismos de socorro, como Bomberos, Defensa Civil, Policía Nacional (Ponalsar), Cruz Roja y la Dirección de Gestión del Riesgo.
Inundaciones, destechamientos y caída de árboles en Pereira y Dosquebradas
El fuerte vendaval no solo afectó a La Esneda, sino que generó emergencias en otras partes de Pereira y Dosquebradas. En varias vías principales, las lluvias provocaron inundaciones, lo que complicó el tránsito vehicular y causó daños a propiedades cercanas. En algunas viviendas, el agua ingresó, causando pérdidas materiales significativas.
Por otro lado, la caída de árboles y redes eléctricas afectó la conectividad y suministro de energía en varias zonas de ambas ciudades. La situación empeoró debido a las tormentas eléctricas, que también aumentaron los riesgos de accidentes relacionados con la electricidad.
El río Otún, que cruza la región, experimentó un incremento en su caudal, lo que llevó a las autoridades a activar protocolos de monitoreo para evitar posibles desbordamientos. Aunque no se reportaron pérdidas humanas por el aumento del caudal, la situación continuó siendo crítica, especialmente en las áreas cercanas a la ladera.
Medidas de seguridad ante nuevos riesgos y recomendaciones para la comunidad
Las autoridades continúan trabajando en la evaluación de los daños y la estabilización de la zona afectada por el desprendimiento de tierra. Desde la mañana del domingo, los equipos de socorro han estado monitoreando el estado de la montaña y las grietas que se han formado debido a las lluvias.
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En este contexto, los organismos de socorro han hecho un llamado a la comunidad para que se mantenga alerta ante cualquier indicio de nuevos deslizamientos o movimientos en el terreno. Se les ha recomendado a los habitantes cercanos al río Otún que estén atentos a posibles grietas, inclinación de postes o árboles, y evacuar de inmediato si se perciben ruidos extraños o movimientos en el suelo.
Además, se aconseja a los residentes tener preparada una mochila con artículos esenciales como documentos, agua, alimentos no perecederos, linterna, radio, medicamentos y ropa adecuada para bajas temperaturas, en caso de que sea necesario evacuar nuevamente.
Llamado a la solidaridad y apoyo a los afectados
Ante la magnitud de las emergencias, el alcalde de Dosquebradas, y las autoridades locales de Pereira, han realizado un llamado a la solidaridad de la comunidad. Se han establecido centros de acopio para recibir donaciones de víveres, ropa y otros artículos de primera necesidad para los afectados por el vendaval y las evacuaciones. La ayuda de la ciudadanía es crucial para poder hacer frente a las consecuencias de este fenómeno natural.