Medellín vuelve a ser protagonista de la violencia en Colombia con el trágico final de Santiago Bedoya Hernández, un joven de 19 años que se convirtió en el asesino de Bernardo Ángel Ocampo, mejor conocido como alias ‘Berny’, exjefe de la temida banda criminal La Cordillera en Pereira. Aunque Bedoya tuvo éxito en su misión, el costo fue alto: encontró su propia muerte en el acto, ratificando el viejo dicho: «el que a hierro mata a hierro muere».
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Enfrentamiento letal que dejó muerto a Berny
Capturadas por cámaras de seguridad, las imágenes muestran cómo Carlos Andrés Ramírez Giraldo, leal escolta de ‘Berny’, a pesar de enfrentar una ráfaga de balas, responde con valentía y precisión, disparando directamente a la cabeza de Santiago Bedoya, dejándolo en un estado crítico. Tras ser trasladado de emergencia a la clínica Los Rosales, su destino ya estaba sellado: fue declarado en muerte cerebral, falleciendo poco después.
La ironía y crueldad del destino se hizo evidente cuando, en medio de la huida, los mismos cómplices de Santiago lo atropellaron, abandonándolo gravemente herido en el lugar.
Retrospectiva de un joven sicario
A pesar de su decisivo acto de violencia, los registros indican que Santiago Bedoya no tenía antecedentes penales. A solo un mes de su vigésimo cumpleaños, lo único que aparece en su registro es una anotación como víctima de lesiones personales en 2016. Todo apunta a que su primer y fatal acto delictivo fue el asesinato de ‘Berny’, para el cual utilizó guantes negros y una pistola calibre 9 milímetros, más tarde incautada por el CTI de la Fiscalía.
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La conmoción y el dolor ahora envuelven a la familia de Santiago, quienes recogieron su cuerpo el pasado 10 de octubre de Medicina Legal para llevarlo de regreso a Medellín, donde fue sepultado. Esta tragedia refleja una vez más cómo la vorágine de la violencia puede atrapar y consumir a jóvenes buscando un lugar en el complicado mundo del crimen.
