En un suceso que ha dejado impactada a la ciudad de Barranquilla, una multitud enardecida logró capturar a un ladrón que se encontraba cometiendo un robo en plena vía pública. Sin embargo, lo que podría haber sido un acto de justicia comunitaria tomó un giro inesperado cuando el delincuente, en un intento desesperado, suplicó a los presentes que no quemaran su motocicleta, argumentando que era su única herramienta de trabajo.
El incidente, que ha sido ampliamente difundido en las redes sociales a través de un video, tuvo lugar cuando el individuo fue sorprendido en pleno acto delictivo. La multitud, indignada por el accionar del ladrón, decidió enfrentarlo y hacer justicia por mano propia. Sin embargo, en medio de los gritos y amenazas, el ladrón, visiblemente asustado, imploró a los presentes que no destruyeran su motocicleta, ya que dependía de ella para ganarse la vida.
En las imágenes capturadas por testigos, se puede escuchar al ladrón suplicando: «No quemen mi moto. Es mi herramienta de trabajo». A pesar de sus súplicas desesperadas, la comunidad enfurecida decidió hacer caso omiso y procedió a incendiar la motocicleta en la que se transportaba, utilizando gasolina para prenderle fuego.
Mientras la motocicleta se consumía en llamas, el ladrón intentaba protegerse de los golpes que la comunidad le propinaba. En medio de la violencia y el caos, se le escucha decir: «Ey mira, apágame la moto que se está prendiendo».
Finalmente, además de recibir una golpiza por parte de la multitud, el ladrón perdió su única fuente de ingresos, ya que su motocicleta quedó completamente destruida. Poco después del incidente, las autoridades policiales llegaron al lugar y procedieron a capturar al delincuente, quien fue trasladado a un centro penitenciario para enfrentar las consecuencias de sus acciones.
Este lamentable suceso ha generado un intenso debate en la sociedad barranquillera, donde se discute el límite entre la justicia por mano propia y el respeto por los derechos fundamentales de los delincuentes. Mientras algunos aplauden la acción de la multitud como una forma de hacer frente a la inseguridad, otros cuestionan el uso de la violencia y la destrucción de la propiedad privada como medio para impartir justicia.
Las autoridades locales han expresado su preocupación por este tipo de incidentes, enfatizando la importancia de denunciar los actos delictivos y permitir que sean las instituciones correspondientes las encargadas de impartir justicia de manera legal y equitativa.