El asesinato de Francesca Pérez, una joven venezolana que había llegado recientemente a Villavicencio en busca de un mejor futuro, ha conmocionado a la comunidad local y a su país natal. La víctima, madre de un niño y graduada de la Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armadas (UNEFA) de Venezuela, fue estrangulada al interior de un hotel en el barrio Maizaro el pasado fin de semana.
Según informes de las autoridades, la joven ingresó al hotel en compañía de un hombre aún no identificado el sábado pasado y tomaron la habitación por todo el fin de semana. El sospechoso abandonó el hotel la noche del domingo y le dijo a los trabajadores de la recepción: «no la molesten que está descansando». Sin embargo, al no recibir respuesta al tocar la puerta de la habitación el lunes por la mañana, los trabajadores del hotel la encontraron muerta.
Hasta el momento, hay pocas pistas sobre el paradero del asesino y su identidad. Las autoridades están llevando a cabo una investigación exhaustiva y están pidiendo a cualquier persona que tenga información sobre el caso que se ponga en contacto con ellos.
El cuerpo de Francesca Pérez fue trasladado a suelo venezolano este jueves para realizar los actos fúnebres en compañía de amigos y familiares en la población de Táriba, estado Táchira, donde nació y creció. La comunidad está consternada por la trágica muerte de la joven y está exigiendo justicia para ella y su familia.
Este crimen ha generado una gran preocupación en la población local y ha vuelto a poner de relieve la necesidad de aumentar la seguridad en los hoteles y otros lugares públicos. Además, ha generado un debate sobre la situación de los migrantes en el país y la importancia de proteger a las personas que buscan una vida mejor en otro lugar.
Esperamos que las autoridades logren pronto identificar al responsable de este horrendo crimen y que se haga justicia para Francesca Pérez y su familia. Nuestros pensamientos y oraciones están con ellos en este difícil momento.
