Autoridades destruyen licor adulterado y cigarrillos ilegales en Risaralda
En un operativo de gran impacto, la Dirección de Fiscalización de Risaralda destruyó 2.120 botellas de licor adulterado y 66.000 cajetillas de cigarrillos ilegales, además de 642 unidades de contrabando y 240 litros de alcohol fraudulento. La incautación, realizada en los 14 municipios del departamento, representa un golpe contundente al comercio ilícito de bebidas y tabaco adulterados.
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Según informó la directora Luz Adriana Henao, estos productos ilegales, cuyo valor comercial supera los 400 millones de pesos, habrían puesto en riesgo la vida y la salud de más de 36.000 personas. “El consumo de licor adulterado puede causar intoxicaciones graves, ceguera e incluso la muerte. Por eso, estos operativos son fundamentales para proteger la salud pública”, señaló la funcionaria.
Las autoridades reiteran que durante la temporada de fin de año aumenta el riesgo de comercialización de licor adulterado y cigarrillos de contrabando, razón por la cual se intensificarán los controles en establecimientos y puntos de distribución en todo el departamento.
El licor adulterado en Risaralda: una amenaza latente para la salud pública
El decomiso masivo de licor adulterado en Risaralda evidencia la magnitud del problema que enfrenta el departamento frente al contrabando y la falsificación de bebidas alcohólicas. Este tipo de delitos no solo afecta la economía local, sino que también pone en grave peligro la vida de los consumidores.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda Departamental, el año anterior se reportaron al menos cinco casos de intoxicación asociados con el consumo de alcohol adulterado. En muchos de estos casos, las víctimas adquirieron las bebidas en tiendas o establecimientos informales que operaban sin registro sanitario ni control de procedencia.
La directora Henao recalcó la importancia de que la ciudadanía verifique siempre la autenticidad de los productos que consume. “Invitamos a los risaraldenses a comprar solo en lugares autorizados, revisar que las botellas tengan sellos de seguridad y evitar bebidas con tapas oxidadas o etiquetas borrosas. El autocuidado es nuestra mejor herramienta de prevención”, agregó.
El proceso de destrucción de las bebidas y cigarrillos ilegales se realizó bajo estrictos protocolos ambientales y de seguridad, con la presencia de funcionarios de la Gobernación de Risaralda, la Policía Fiscal y Aduanera (POLFA) y la DIAN.
Operativos continuarán en todo el departamento durante fin de año
La Dirección de Fiscalización de Risaralda anunció que los operativos de control continuarán de manera intensiva durante los meses de noviembre y diciembre, coincidiendo con las celebraciones decembrinas, época en la que el consumo de licor aumenta significativamente.
“Queremos evitar tragedias durante la temporada navideña. No solo estamos retirando del mercado productos peligrosos, sino también persiguiendo a las redes de contrabandistas que los distribuyen”, afirmó Luz Adriana Henao.
Las autoridades también indicaron que, gracias a las acciones coordinadas con la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación, se han identificado nuevas rutas de ingreso de licor y cigarrillos ilegales al departamento. Muchos de estos productos provienen del extranjero, ingresando por zonas fronterizas sin cumplir las normas sanitarias ni tributarias.
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De igual manera, se fortalecerán las estrategias de educación ciudadana a través de campañas de sensibilización en medios de comunicación, redes sociales y establecimientos comerciales, con el objetivo de concientizar a la población sobre los riesgos del consumo de licor adulterado.
Impacto económico y social del contrabando en Risaralda
El contrabando de licor y cigarrillos genera pérdidas millonarias al erario departamental, afectando los recursos destinados a salud y educación. Según estimaciones de la Gobernación, el comercio ilícito en este sector le cuesta al departamento más de 3.000 millones de pesos al año en impuestos no recaudados.
A esto se suma el impacto en la competitividad de los negocios legales, que deben enfrentar precios desleales debido a la venta de productos fraudulentos en el mercado. “Cada botella adulterada o cigarrillo ilegal que circula significa menos ingresos para los programas sociales del departamento”, subrayó la directora de Fiscalización.
El llamado de las autoridades es claro: la lucha contra el contrabando y el licor adulterado es una tarea conjunta entre el Estado, las empresas y los ciudadanos. Reportar puntos de venta sospechosos y promover el consumo responsable son acciones clave para erradicar este flagelo.









