Corporaciones ambientales unen esfuerzos para eliminar el caracol africano
La erradicación del caracol africano se ha convertido en una prioridad ambiental en el Eje Cafetero. Ante el rápido crecimiento de esta especie invasora, las Corporaciones Autónomas Regionales de Risaralda, Caldas y Quindío han decidido iniciar una ofensiva conjunta para frenar su expansión y reducir los riesgos que representa para la salud pública, la seguridad alimentaria y los ecosistemas locales.
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El caracol africano (Achatina fulica) ha sido catalogado como una de las 100 especies invasoras más peligrosas del mundo, debido a su capacidad de reproducirse rápidamente y transmitir enfermedades como la meningitis eosinofílica, causada por un parásito presente en su organismo.
Erradicación del caracol africano: una acción integral y urgente
Según explicó Julio César Gómez Salazar, director general de la CARDER (Corporación Autónoma Regional de Risaralda), la estrategia de erradicación será integral y se implementará en varios municipios del Eje Cafetero donde ya se han detectado poblaciones del molusco.
“El proceso contempla la recolección manual de ejemplares, su deshidratación mediante cal y sal, además de su posterior incineración y disposición final segura. Todo se hará siguiendo los protocolos ambientales y sanitarios establecidos”, señaló Gómez.
El funcionario también destacó que la campaña busca involucrar activamente a las comunidades, promoviendo la educación ambiental y el manejo adecuado de los residuos, ya que la acumulación de basura es uno de los principales factores que favorecen la proliferación del caracol africano.
La CARDER, junto con la CORPOCALDAS y la CRQ, coordinarán jornadas simultáneas de recolección y capacitación en zonas urbanas y rurales, especialmente en lugares donde se ha identificado un incremento de la especie debido a las condiciones de humedad y el acceso a alimentos orgánicos.
Riesgos del caracol africano para la salud y el ambiente
El caracol africano no solo representa un riesgo sanitario, sino también un grave problema ecológico. Al consumir una gran variedad de plantas, afecta cultivos agrícolas y desplaza a especies nativas, alterando el equilibrio de los ecosistemas.
Además, su capacidad de adaptarse a diferentes entornos lo convierte en un invasor difícil de controlar. En Colombia, su presencia se ha reportado en más de 20 departamentos, y su expansión ha sido favorecida por el cambio climático y la falta de control en la disposición de desechos.
“Este caracol es una amenaza silenciosa que puede afectar nuestra seguridad alimentaria si no actuamos a tiempo. Su presencia en huertas y cultivos representa un peligro real para los productores y consumidores”, advirtió Gómez.
Las autoridades ambientales insisten en que no se debe tocar ni manipular a estos animales sin protección. En caso de hallarlos, se debe informar inmediatamente a las corporaciones regionales o a las alcaldías municipales, que cuentan con personal capacitado para su manejo y eliminación segura.
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Educación y corresponsabilidad ciudadana
El éxito de la campaña de erradicación del caracol africano depende en gran medida de la participación ciudadana. Las autoridades han hecho un llamado a la población para fortalecer las prácticas de manejo responsable de los residuos sólidos, evitar el abandono de alimentos en zonas verdes y participar en las jornadas de sensibilización ambiental.
“La basura es el principal factor de proliferación. Si controlamos los desechos, reducimos drásticamente los lugares donde esta especie puede reproducirse”, puntualizó el director de la CARDER.
Asimismo, las corporaciones ambientales trabajan en la implementación de un sistema de monitoreo permanente que permita detectar tempranamente la presencia del caracol y actuar antes de que se establezca en nuevas áreas.
El trabajo conjunto entre las instituciones del Eje Cafetero busca no solo eliminar al caracol africano, sino también fortalecer la conciencia ambiental y la cooperación regional frente a las especies invasoras que amenazan la biodiversidad.
Una tarea de todos para proteger la salud y el ambiente
La presencia del caracol africano es una señal de alerta que exige compromiso colectivo. Las autoridades recomiendan evitar el contacto directo con estos animales, no consumirlos bajo ninguna circunstancia y reportar su aparición a las líneas oficiales.
El llamado es a proteger la salud, los cultivos y los ecosistemas mediante acciones simples pero efectivas: mantener la limpieza de los entornos, eliminar residuos correctamente y participar en las campañas ambientales.









