Frisby España y el lanzamiento de la malteada con sabor a Chocoramo
La disputa por la marca Frisby en España ha tomado un nuevo giro tras el lanzamiento de una malteada con sabor a Chocorramo por parte de Frisby España S.L. La bebida, promocionada en redes sociales como un “prohibido placer”, ha despertado la atención de miles de internautas, quienes cuestionan el uso del nombre de un ícono de la repostería colombiana en territorio europeo.
El producto, que cuesta 3,90 euros (aproximadamente 17.800 pesos colombianos), mezcla chocolate con trozos del tradicional ponqué que ha acompañado por décadas a los consumidores colombianos. Aunque la compañía española insiste en que la mención de la marca se hace con fines meramente descriptivos, el debate sobre los derechos de propiedad intelectual volvió a ponerse sobre la mesa.
Batalla legal de Frisby S.A. BIC por proteger su marca en Europa
Desde hace varios meses, la empresa Frisby S.A. BIC, reconocida en Colombia por su cadena de restaurantes de pollo, enfrenta un proceso legal contra un grupo de empresarios en España. Ellos solicitaron el registro del nombre “Frisby” para operar en ese país y en otros mercados europeos.
El conflicto se ha intensificado porque la compañía colombiana considera que se trata de un intento de apropiación de su identidad corporativa, construida durante décadas. Expertos en propiedad industrial han advertido que este tipo de casos suelen prolongarse y requieren de pruebas sólidas que demuestren la trayectoria y reconocimiento de la marca en el país de origen.

Mientras tanto, Frisby España S.L. ha seguido ampliando su menú con referencias a productos emblemáticos de Colombia, lo que ha generado críticas de consumidores y defensores de la gastronomía nacional.
Reacciones al uso del nombre Chocoramo en Europa
El anuncio de la malteada no solo encendió la discusión sobre el futuro de la marca Frisby, sino también sobre la posible vulneración de los derechos de Ramo, la compañía dueña del Chocoramo en Colombia.
Hasta el momento, la empresa Ramo no ha emitido un comunicado oficial sobre el tema. Sin embargo, en redes sociales muchos usuarios han manifestado su inconformidad, asegurando que se trata de un aprovechamiento de un producto que es patrimonio cultural de la alimentación colombiana.
La compañía española, por su parte, aclaró que no existe relación alguna con Ramo y que su intención no es registrar el nombre Chocoramo como marca propia. En una nota aclaratoria publicada en sus canales digitales, Frisby España aseguró que “cualquier operador tiene derecho a adquirir y emplear materias primas disponibles en el mercado”, por lo que la referencia a Chocoramo sería únicamente un descriptor de ingredientes.
Debate sobre propiedad intelectual y marcas colombianas en el exterior
Este caso revive la discusión sobre los desafíos que enfrentan las marcas colombianas al ingresar o protegerse en mercados internacionales. Expertos señalan que la ausencia de un registro previo en regiones estratégicas, como Europa, puede abrir la puerta a terceros para solicitar el uso de nombres ya reconocidos en Colombia.
La situación de Frisby y el uso de Chocoramo en España pone en evidencia la importancia de la gestión proactiva de la propiedad intelectual. Para los consumidores, sin embargo, lo que más resalta es la apropiación cultural de productos icónicos de su identidad gastronómica.
En este contexto, no es la primera vez que empresas colombianas ven su nombre en medio de disputas internacionales. Casos similares han ocurrido con marcas de café, bebidas y hasta con productos artesanales, que al no estar protegidos adecuadamente en el extranjero, terminan siendo registrados por compañías foráneas.