Condenados por tortura, secuestro y homicidio en Dosquebradas
Edson Becerra y Fabián Cárdenas aceptaron su responsabilidad y fueron condenados a 17 años por tortura, secuestro y homicidio. El crimen, que conmocionó a la comunidad, tuvo lugar en enero de este año en el barrio Mirador de Frailes, en el municipio de Dosquebradas, Risaralda.
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La decisión judicial se produjo luego de que ambos implicados reconocieran su participación en los hechos ante la Fiscalía General de la Nación, lo que permitió una pronta resolución del caso.
Detalles del crimen en el barrio Mirador de Frailes
La investigación inició gracias a una denuncia anónima recibida por las autoridades. Un testigo afirmó haber sido contactado desde Medellín con la intención de preparar un cuerpo en una residencia ubicada en Dosquebradas. La Policía halló a un joven de 18 años desnudo, atado en el baño y con múltiples signos de tortura y violencia.
Varias armas blancas con sangre fueron halladas junto al cuerpo, lo que sugiere que la casa fue usada para tortura y ejecución. Este hallazgo fue clave para la recolección de pruebas que sustentaron la acusación formal contra Becerra y Cárdenas.
Peritos forenses confirmaron que la víctima sufrió agresiones prolongadas antes de morir. El levantamiento del cuerpo siguió estrictos protocolos judiciales.
Menor involucrado en el crimen logró fugarse de centro de resocialización
Además de los dos adultos condenados, un menor de edad también fue vinculado al caso. El joven aceptó su responsabilidad en los delitos cometidos, pero fue enviado al centro de resocialización Marceliano Ossa, donde permanecía bajo custodia preventiva.
El menor, pese a estar bajo custodia, logró fugarse del centro de resocialización días después, generando críticas a la institución. A la fecha, las autoridades continúan su búsqueda activa y han solicitado la colaboración de la ciudadanía para dar con su paradero.
Las autoridades judiciales han recalcado que este caso refleja una forma extrema de violencia y degradación humana. “Son delitos gravísimos que evidencian planificación y un total desprecio por la vida”, afirmó uno de los fiscales del caso.
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Justicia y llamado a la prevención
La condena de 17 años y 8 meses de prisión representa un alivio para los familiares de la víctima y un paso firme hacia la justicia. Sin embargo, organizaciones sociales y defensores de derechos humanos han insistido en que es necesario trabajar en prevención del delito y reforzar los mecanismos de seguridad y vigilancia en barrios como Mirador de Frailes, donde se han reportado otros casos violentos en los últimos años.
“Este crimen nos recuerda que hay sectores donde la presencia del Estado es débil y donde la vida de los jóvenes está en constante peligro”, dijo un líder comunal de Dosquebradas.
Las autoridades invitan a los ciudadanos a seguir denunciando hechos sospechosos, y han reforzado los patrullajes en la zona para evitar que este tipo de sucesos vuelvan a repetirse. Igualmente, continúan las investigaciones para establecer si el inmueble donde ocurrió el crimen ha sido utilizado anteriormente para actividades delictivas similares.