Chimpancé Yoko inicia nueva vida en Brasil tras su salida del Bioparque Ukumarí
Después de décadas en aislamiento, el chimpancé Yoko empieza un proceso de adaptación en el Santuario de Grandes Primates en Brasil, donde por fin conocerá a otros de su especie.
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Yoko inicia su proceso de adaptación con otros chimpancés en Brasil
El chimpancé Yoko, que durante años fue un símbolo de controversia por su permanencia en soledad en el Bioparque Ukumarí de Pereira, ahora escribe una nueva historia. Tras más de tres meses desde su salida de Colombia, Yoko ya se encuentra bajo cuidados especializados en el Santuario de Grandes Primates de Sorocaba, Brasil, donde por primera vez en su vida está iniciando contacto con otros chimpancés.
La noticia fue confirmada por Julio César Gómez, director de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER), quien dio detalles del proceso que está viviendo el ejemplar. En declaraciones a 360 Noticias, Gómez explicó que el camino hacia una adaptación plena es largo, pero los primeros pasos son prometedores.
“Yoko vivió casi toda su vida en soledad. Nunca tuvo oportunidad real de convivir con individuos de su misma especie. Por eso, su caso no es sólo biológico, también es emocional. El proceso de adaptación ha sido muy delicado y cuidadoso, pero confiamos en que muy pronto podamos ver resultados extraordinarios”, dijo el funcionario.

En el santuario, un grupo de etólogos y expertos en comportamiento animal está liderando un protocolo meticuloso. El objetivo es que Yoko pueda integrarse poco a poco a una comunidad de chimpancés. Este proceso requiere una observación constante, evaluaciones emocionales y avances graduales para evitar cualquier riesgo físico o psicológico.
El aislamiento de Yoko y su traslado desde Ukumarí
Yoko pasó más de 20 años en aislamiento, lo que generó múltiples cuestionamientos por parte de defensores de animales y expertos en bienestar animal. Aunque el Bioparque Ukumarí ofrecía condiciones básicas de atención, las denuncias se centraban en la falta de interacción social para una especie tan compleja como los chimpancés.
En marzo de 2024, tras gestiones internacionales, CARDER logró coordinar el traslado del animal al santuario ubicado en Sorocaba, una ciudad al interior del estado de São Paulo, Brasil. Este lugar es reconocido por su experiencia en el manejo de primates rescatados y por brindarles entornos similares a sus hábitats naturales.
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El viaje no fue sencillo. Yoko tuvo que pasar por chequeos veterinarios, preparación psicológica y adaptaciones logísticas. Sin embargo, la decisión fue respaldada por organizaciones de protección animal, tanto nacionales como internacionales.
“El bienestar animal debe estar por encima de todo. Yoko no podía seguir viviendo en condiciones de aislamiento. Ahora está rodeado de naturaleza, especialistas y, lo más importante, de la posibilidad de formar vínculos con otros de su especie”, destacó Gómez.
Un futuro esperanzador para Yoko y un llamado a la conciencia
La historia de Yoko no solo refleja una transformación individual, también abre un debate más amplio sobre el tratamiento de los animales en zoológicos y bioparques. ¿Es ético mantener a especies sociales en condiciones que limitan sus instintos más básicos? ¿Hasta qué punto es justificable prolongar situaciones de cautiverio bajo pretextos educativos o científicos?
En el caso de Yoko, su nueva vida apenas comienza. Aunque la adaptación puede tardar varios meses e incluso años, el solo hecho de iniciar contacto con otros chimpancés ya representa un cambio trascendental. El santuario reporta que Yoko ha mostrado señales de curiosidad, interacción visual y vocalizaciones, elementos clave para su integración futura.