En imágenes: impacto del vendaval en las viviendas de Apía
Las consecuencias del vendaval en Apía son devastadoras. Techos destruidos, paredes caídas y pertenencias personales dispersas son parte del panorama que dejó el fenómeno natural en este municipio de Risaralda. Las imágenes tomadas por la comunidad reflejan la magnitud de la tragedia que afectó a las veredas San Andrés, San Agustín y La Floresta.
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La emergencia, ocurrida el sábado 1 de junio alrededor de las 7 de la noche, dejó 37 familias damnificadas. Afortunadamente, no se reportaron heridos ni víctimas mortales, aunque las pérdidas materiales son cuantiosas.
Descripción de los daños tras el vendaval en Apía
Las fotografías compartidas por los habitantes muestran láminas de zinc retorcidas, muros desplomados y muebles familiares esparcidos en patios y calles. “Gracias a Dios no hubo heridos ni fallecidos, pero las pérdidas materiales son enormes”, señaló el alcalde Andrés Hoyos en comunicación con medios locales.
En las zonas afectadas, los techos fueron arrancados por la fuerza del viento y las estructuras colapsaron. Según detalló el mandatario, la situación fue tan crítica que varias familias tuvieron que ser evacuadas y alojadas temporalmente en viviendas de vecinos y familiares.
El balance oficial indica que 37 viviendas rurales resultaron gravemente afectadas, situación que activó de inmediato un plan de respuesta por parte de las autoridades municipales y departamentales.
Respuesta de las autoridades al desastre en Risaralda
Ante la magnitud de los daños, el alcalde Hoyos confirmó que se coordinó con el cuerpo de Bomberos y la Dirección Departamental de Gestión del Riesgo de Risaralda para censar a las familias afectadas y tramitar las ayudas humanitarias.
“El jueves empezamos a recibir las ayudas que solicitamos al señor gobernador Juan Diego Patiño. Son kits de cocina, aseo, abrigo y tejas de zinc para ayudar a quienes lo perdieron todo”, afirmó el mandatario.
Por su parte, Diana Carolina Ramírez, directora departamental de Gestión del Riesgo, indicó que el municipio presentó formalmente la solicitud de asistencia humanitaria y que ya se están realizando las entregas. “El balance es de 37 viviendas afectadas, todas en zonas rurales”, agregó.
Las ayudas incluyen no solo materiales para reconstruir los techos, sino también implementos básicos para que las familias puedan comenzar a recuperar parte de su vida cotidiana.
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La fuerza del viento y el llamado a la prevención
El vendaval sorprendió a los habitantes de estas tres veredas fronterizas con el municipio de Belén de Umbría. Muchos estaban en sus casas cuando el viento levantó los techos y dispersó los escombros a varios metros de distancia. “Fue como si un torbellino se llevara los techos en cuestión de minutos”, describió el alcalde.
Aunque no hubo pérdidas humanas, varias familias reportaron la pérdida total de sus pertenencias y daños severos en las estructuras de sus viviendas.
La Alcaldía de Apía y la Dirección de Gestión del Riesgo recomendaron a la comunidad reforzar techos y estructuras vulnerables, especialmente ahora que se ha intensificado la temporada de lluvias en la región. El objetivo es evitar que nuevas emergencias afecten a más familias.
Balance y perspectivas tras el vendaval
La respuesta rápida de las autoridades locales y departamentales ha permitido aliviar de manera inicial las necesidades más urgentes de los damnificados. No obstante, la recuperación completa tomará tiempo, ya que muchas viviendas requieren reparaciones profundas o reconstrucción total.
En este contexto, las imágenes del desastre no solo evidencian la magnitud del vendaval en Apía, sino que también subrayan la necesidad de mejorar las infraestructuras rurales para resistir eventos climáticos extremos.
