Fuga en la cárcel de Pereira genera alarma y activa operativo urgente
La evasión ocurrió en la madrugada del lunes, cuando William Montilla Sánchez, un ciudadano venezolano recluido en la cárcel La 40 de Pereira, logró huir por el techo del patio cuarto. El hecho, que refleja una grave falla en los sistemas de vigilancia, fue detectado horas después, durante el conteo rutinario de internos. La situación ha generado preocupación entre la comunidad y ha puesto en evidencia posibles debilidades estructurales del centro penitenciario.
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¿Cómo ocurrió la fuga en la cárcel de Pereira?
La fuga en la cárcel de Pereira sucedió sin que los guardias notaran movimientos sospechosos durante la noche. Según informes oficiales, el interno aprovechó un momento de descuido para escalar hasta el techo de su pabellón. Desde allí, habría escapado por una zona vulnerable sin dejar rastros visibles.
William Montilla Sánchez se encontraba bajo medida de aseguramiento preventiva. Había sido ingresado al penal a finales de febrero mientras avanzaba un proceso judicial. A pesar de no estar condenado, representaba un riesgo, lo que hacía necesario mantener medidas de seguridad estrictas.
El capitán Mauricio Erazo, director del centro carcelario, confirmó la fuga. Aseguró que en cuanto se detectó la ausencia del interno, se activó el Protocolo de Búsqueda del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec). Las autoridades solicitaron apoyo inmediato de la Policía Judicial, reforzaron la seguridad en las zonas aledañas e instalaron puntos de control en posibles rutas de escape.
«Revisamos las cámaras de seguridad, hicimos inspecciones en todos los pabellones y entrevistamos a otros internos para determinar si alguien colaboró con la fuga», afirmó el capitán Erazo.
Consecuencias de la fuga en la cárcel de Pereira y acciones de búsqueda
El operativo de búsqueda aún está en marcha. Las autoridades mantienen controles en barrios cercanos y no descartan que el fugado haya recibido ayuda externa. También se investiga si hubo fallas en los turnos de vigilancia o negligencia por parte de los custodios durante la noche.
Este tipo de incidentes puede derivar en sanciones internas para el personal responsable. Además, resalta deficiencias estructurales que podrían facilitar futuras fugas si no se toman medidas correctivas.
La ciudadanía, por su parte, permanece en alerta ante la posibilidad de que el hombre aún se encuentre en zonas urbanas. Aunque no se ha revelado información sobre los cargos que enfrentaba, se sabe que Montilla Sánchez estaba considerado un interno de alto riesgo.
Los expertos en seguridad penitenciaria advierten que esta fuga pone de relieve la necesidad de reforzar los sistemas de monitoreo en las cárceles del país. En palabras del analista en seguridad Miguel Vargas, “una fuga como esta evidencia la fragilidad del sistema carcelario y la necesidad de una reforma urgente que priorice la tecnología y el entrenamiento del personal”.
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Mientras tanto, el Inpec informó que se adelantarán auditorías internas para revisar los protocolos de seguridad. También se analizarán las condiciones físicas del penal para corregir puntos débiles que hayan facilitado la huida del recluso.