Risaralda declara calamidad pública por lluvias: más de 48 puntos críticos identificados
La temporada invernal en Risaralda ha generado una grave crisis. El gobernador Juan Diego Patiño declaró la calamidad pública en Risaralda tras conocerse los estragos causados por las lluvias en las últimas semanas. La medida se toma como respuesta inmediata a los más de 48 puntos críticos identificados en los 14 municipios del departamento.
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El anuncio se dio luego de una sesión extraordinaria del Consejo Departamental de Gestión del Riesgo, donde se reveló la magnitud de las afectaciones. Deslizamientos, crecientes súbitas, colapso de vías terciarias y daños estructurales en viviendas son solo algunos de los problemas que enfrenta la región.
Calamidad pública en Risaralda: ¿qué motivó la decisión?
El panorama es alarmante. Según el informe de la Dirección de Gestión del Riesgo (Diger), en lo que va del año se han registrado más de 295 emergencias relacionadas con la temporada de lluvias. De estos eventos, el 51% se deben a movimientos en masa, el 28% a vendavales, el 14% a inundaciones y el 7% a afectaciones estructurales.
Pereira lidera la lista de municipios más afectados, con 81 eventos registrados. Le siguen Dosquebradas con 47, Santa Rosa de Cabal con 29, Quinchía con 22 y La Celia con 19. Estas cifras reflejan una situación que exige intervención inmediata y coordinación efectiva entre los niveles local y departamental.
“El decreto de calamidad pública nos permitirá gestionar recursos con mayor agilidad, coordinar ayudas humanitarias, maquinaria amarilla, y priorizar las zonas más vulnerables”, señaló el gobernador Juan Diego Patiño. Esta medida busca facilitar la articulación entre entidades y acelerar los procesos de respuesta frente a los impactos del invierno.
Más de 48 puntos críticos y una estrategia de intervención en marcha
Uno de los pasos clave tras la declaratoria será la presentación de un plan de acción ante el Consejo Departamental de Gestión del Riesgo. En este se definirán prioridades, recursos necesarios y acciones conjuntas para mitigar los daños y prevenir futuras emergencias.
El municipio de Balboa es uno de los más afectados, especialmente por la pérdida de banca en la vía Cachipay. Según José Ernesto Miranda, alcalde de Balboa, con el respaldo de la Gobernación ya se han habilitado sectores como Cruces – Tambores, permitiendo que la comunidad se desplace hacia La Virginia.
Además, se trabaja en la apertura de rutas alternas como La Mancha – La Esperanza, La Bodega – El Ingenio y la conexión entre Tres Esquinas y Coco Hondo hacia el Cañón del Totuí. Estas acciones buscan restablecer la movilidad en zonas rurales y reactivar la economía local, especialmente en sectores turísticos.
Cabe destacar que Risaralda no enfrentaba una emergencia climática de esta magnitud desde hace varios años. Las lluvias no solo han afectado la infraestructura, sino que también han puesto en riesgo la vida y bienestar de cientos de familias.
El gobernador enfatizó que la prioridad es atender las zonas más vulnerables. “Esta situación exige respuestas inmediatas. La declaratoria nos brinda herramientas para actuar con rapidez y eficacia”, insistió Patiño.
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Impacto social y llamado a la prevención
Más allá de los daños materiales, la crisis climática en Risaralda tiene un fuerte impacto social. Comunidades enteras han quedado incomunicadas, se han perdido cultivos, y hay viviendas en riesgo de colapso. La situación también pone en evidencia la necesidad de fortalecer los sistemas de alerta temprana y de implementar medidas de adaptación al cambio climático.
Desde la Diger se hace un llamado a la ciudadanía para que mantenga la calma, siga las recomendaciones de las autoridades y reporte cualquier situación de riesgo. Las lluvias continuarán en los próximos días, lo que incrementa la posibilidad de nuevos deslizamientos o crecientes súbitas.