Risaralda enfrenta una emergencia por lluvias y deslizamientos de tierra
La situación de emergencia en Risaralda se ha intensificado en las últimas semanas debido a las lluvias continuas que han afectado a varios municipios del departamento. La creciente amenaza de deslizamientos de tierra y las inundaciones han generado preocupación tanto en las autoridades locales como en la comunidad. Ocho municipios se encuentran actualmente en alerta roja, y la temporada de lluvias aún no muestra signos de disminuir.
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Según la Coordinadora Departamental de Gestión del Riesgo, Diana Carolina Ramírez, el departamento ha sido golpeado por 13 eventos recientes, de los cuales nueve han sido deslizamientos de tierra en municipios como Dosquebradas, Quinchía, Balboa, Santuario, Guática y La Celia. Las fuertes lluvias también han provocado vendavales en sectores de Pereira, dejando graves afectaciones materiales en viviendas.
Municipios en alerta roja por deslizamientos de tierra y lluvias
Risaralda atraviesa una de las temporadas más críticas del año debido a las lluvias torrenciales que han afectado diferentes zonas. De acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), ocho municipios se encuentran en alerta roja por el alto riesgo de deslizamientos de tierra. La zona más vulnerable es el occidente del departamento, especialmente las áreas de Apía, Pueblo Rico y Mistrató.

«La situación es extremadamente crítica. Nos encontramos en alerta roja por deslizamientos en varios municipios claves, entre ellos Apía, La Celia, Mistrató, Pueblo Rico, Santuario, Santa Rosa de Cabal y Pereira», afirmó Ramírez. La funcionaria también destacó que la región permanece en alerta naranja debido a la probabilidad de crecientes súbitas en los ríos Cauca, Risaralda y Otún, cuyos niveles han aumentado considerablemente.
El río Cauca y el riesgo de desbordamientos en La Virginia
Uno de los puntos más preocupantes es el municipio de La Virginia, donde el río Cauca ha superado los 5,40 metros de altura. Esta situación ha generado gran alarma entre las autoridades y la población local. Gustavo Vélez, director de Gestión del Riesgo de La Virginia, indicó que se han tomado medidas preventivas para evitar inundaciones en zonas vulnerables, como el cierre de compuertas en sectores como San Carlos, Alfonso López y El Progreso.
«Desde temprano activamos el protocolo de alerta. Cerramos las compuertas para impedir que el agua entre por el sistema de alcantarillado. El nivel más alto fue de 5,42 metros, lo que nos mantiene en alerta naranja», explicó Vélez. Aunque la comunidad ha respondido a los llamados de prevención, la situación sigue siendo tensa, y las autoridades mantienen un monitoreo constante de los niveles del río.
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El impacto de las lluvias en la infraestructura vial
Otro de los efectos de las lluvias es el deterioro de la infraestructura vial. La vía panamericana, que conecta Risaralda con el Chocó, ha sido severamente afectada por un deslizamiento de tierra ocurrido en el kilómetro 50, en el sector de Gingarabá. Este derrumbe ha provocado el cierre parcial de la carretera, lo que dificulta el tránsito de vehículos y genera preocupación en los sectores comerciales.
Las autoridades han desplegado maquinaria pesada para remover los escombros, pero el riesgo de nuevos deslizamientos es alto debido a la saturación de los suelos. Además, se continúa con el monitoreo entre los municipios de Pueblo Rico y Santa Cecilia para prevenir nuevos desastres.
Comunidades damnificadas y esfuerzos de ayuda humanitaria
La situación ha dejado cerca de 300 personas damnificadas en Risaralda, quienes han perdido parcial o totalmente sus viviendas debido a los deslizamientos de tierra y las inundaciones. Las autoridades han iniciado un plan de acción para distribuir ayudas humanitarias, incluyendo alimentos, ropa y enseres básicos.
La Gobernación de Risaralda, en conjunto con los comités municipales de emergencia, ha activado todos los protocolos para garantizar la seguridad de los habitantes y reducir los riesgos de nuevos desastres. «Estamos haciendo todo lo posible para atender de forma rápida y efectiva a las familias afectadas. La colaboración de la comunidad ha sido crucial en este proceso», señaló Ramírez.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades y de las medidas preventivas implementadas, el departamento continúa enfrentando una situación de emergencia, y las autoridades instan a la población a mantenerse alerta ante la posibilidad de nuevos deslizamientos e inundaciones. La prevención es clave en estos momentos, y se espera que la temporada de lluvias continúe durante las próximas semanas.