Cosmetóloga muere en procedimiento estético ilegal realizado por compañera de trabajo
El trágico fallecimiento de Carolina Marenco Laurens, una joven cosmetóloga de 28 años, ha conmocionado al sector de la salud estética en Colombia. La profesional perdió la vida el pasado 24 de abril, luego de someterse a un procedimiento estético no autorizado que habría sido realizado en secreto por su compañera Johana Anaya, instrumentadora quirúrgica del mismo centro médico. Este caso ha encendido nuevamente las alarmas sobre la proliferación de cirugías estéticas clandestinas.
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Investigación revela detalles de la muerte en procedimiento estético ilegal
Según el informe de necropsia al que tuvo acceso EL HERALDO, el procedimiento se llevó a cabo en el Centro Médico Dermatológico Doctora Lily, donde ambas mujeres trabajaban. Marenco, confiando en la experiencia técnica de su colega, aceptó someterse a una liposucción. Durante el procedimiento, Anaya utilizó Xilocaína al 2 % —tanto con epinefrina como sin ella— como anestésico local.
El documento médico señala que la joven perdió el conocimiento poco después de la aplicación de la sustancia. Aunque el personal del centro intentó brindarle los primeros auxilios y contactó al servicio de emergencias AMI, los paramédicos la encontraron sin signos vitales al llegar al lugar.
La necropsia, realizada por el Instituto de Medicina Legal, documentó signos claros de manipulación quirúrgica invasiva. La causa de muerte fue catalogada como accidental, producto de una complicación durante el procedimiento estético. Específicamente, se identificó un trauma vascular en la región temporal y facial izquierdos, lo que resultó fatal.
Una fuente de la Fiscalía confirmó que se encuentran en curso las investigaciones, incluyendo el análisis de los elementos materiales probatorios recolectados. Hasta el momento, Johana Anaya no ha recibido medida preventiva de libertad, ya que el caso se enmarca dentro de un posible homicidio culposo.
Procedimientos estéticos clandestinos: una amenaza en aumento
Este lamentable caso ha vuelto a poner en discusión los peligros de los procedimientos estéticos ilegales, realizados en condiciones que no cumplen con las normas médicas establecidas. En Colombia, aunque existe una regulación clara sobre quiénes pueden practicar cirugías estéticas, la realidad es que muchos procedimientos se ejecutan sin supervisión profesional ni protocolos de seguridad.
El gremio médico ha expresado preocupación frente a la facilidad con la que se ofrecen este tipo de intervenciones en clínicas no habilitadas o incluso en consultorios que no cuentan con licencia para realizar cirugías. La falta de control y la confianza ciega entre colegas, como en este caso, aumentan exponencialmente los riesgos para los pacientes.
La doctora Liliana Suárez, especialista en medicina estética, señala que “no solo es ilegal que personal no autorizado realice estos procedimientos, sino que el uso inadecuado de anestésicos como la Xilocaína puede ser letal. La formación médica es fundamental para prevenir desenlaces como este”.
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Además, organizaciones como la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica han reiterado en múltiples ocasiones que las personas deben asegurarse de que los procedimientos se realicen en clínicas certificadas, con profesionales reconocidos y autorizados por el Ministerio de Salud.
