Incendio en La Virginia arrasa con taller de ebanistería y deja a seis trabajadores sin empleo
El incendio que afectó al barrio La Milagrosa, en el municipio de La Virginia, dejó consecuencias devastadoras. La palabra clave principal, incendio en La Virginia, no solo describe un hecho trágico, sino que resume el drama de seis personas que perdieron su fuente de sustento tras la destrucción total de un taller de ebanistería.
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Ebanistería quedó en cenizas tras el incendio en La Virginia
En la noche del suceso, las llamas consumieron siete viviendas y, entre ellas, el taller de William Bedoya, un pequeño negocio familiar dedicado a la ebanistería. El fuego no solo acabó con maquinaria, madera y herramientas; también destruyó años de trabajo y dedicación.
“El negocio era de ebanistería. Teníamos seis empleados trabajando, entre ellos mi hermano, que también era el administrador. Todo lo perdimos. Quedamos en cero”, relató Bedoya con la voz entrecortada.
La situación es crítica. Para los empleados, el incendio en La Virginia significó no solo la pérdida de su empleo, sino también una amenaza directa al sustento de sus familias. La mayoría de ellos dependía completamente de los ingresos que generaba este taller.
Además, Bedoya señaló con preocupación la lenta reacción de los organismos de emergencia. “Mi hermano me llamó para contarme lo que pasaba. Cuando él llegó, ya no había nada que hacer. Todo estaba en llamas”, dijo. Esto ha generado inconformidad entre los afectados, quienes consideran que una intervención más rápida pudo haber evitado una pérdida total.

Piden ayuda tras el incendio en La Virginia: “Solo queremos volver a empezar”
Más allá del desastre, hay un clamor común entre quienes resultaron damnificados: el deseo de reconstruir. La comunidad espera que el taller pueda resurgir, ya que era uno de los pocos generadores de empleo informal en la zona.
“Nosotros estábamos generando empleo, y ahora todos los compañeros se quedaron sin trabajo. Lo único que pedimos es que nos colaboren para volver a empezar”, expresó Bedoya, quien hoy representa la voz de sus empleados.
El incendio en La Virginia dejó un panorama desolador, y aunque las pérdidas materiales son inmensas, lo más preocupante es la incertidumbre sobre el futuro de los afectados. El taller no era solo un negocio; era el pilar económico de varias familias que hoy no saben cómo seguir adelante.
Los vecinos también se han pronunciado al respecto. Según varios testimonios, el taller no solo ofrecía servicios de carpintería y muebles a la comunidad, sino que también funcionaba como un espacio de aprendizaje para jóvenes interesados en este oficio. “Era un lugar donde los muchachos aprendían algo útil. Ahora eso también se perdió”, comentó una vecina del sector.
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Bedoya y su equipo hacen un llamado a las autoridades municipales y departamentales para recibir algún tipo de apoyo económico, técnico o logístico que les permita comenzar de nuevo. Hasta ahora, no se ha anunciado ningún plan oficial de ayuda.