Preocupa brote de varicela en la cárcel La 40 de Pereira

El brote de varicela en la cárcel La 40 de Pereira ha generado una crisis sanitaria interna que pone en riesgo la vida de más de 100 reclusos. El dragoneante Favio Armando Espinosa, presidente del Sindicato de Empleados Unidos Penitenciarios (SEUP), confirmó que las autoridades penitenciarias ordenaron suspender el ingreso de nuevos privados de la libertad hasta nuevo aviso. Esta decisión, tomada desde la dirección del Inpec en Bogotá, busca controlar el avance de la enfermedad y prevenir una mayor propagación entre la población carcelaria.

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Desde enero del presente año se reportaron los primeros casos. Sin embargo, fue solo hasta marzo, tras una visita oficial de la Secretaría de Salud, que se confirmó la existencia del brote en el Patio 5 del penal. Desde entonces, se estableció un aislamiento preventivo que aún permanece vigente y cuya duración es indefinida.

Varicela en cárcel La 40: casos aumentan y aislamiento se mantiene

Actualmente, ya se han confirmado al menos 12 casos de varicela en el Patio 5 de La 40. Esta zona del penal alberga a más de 100 internos, todos ahora bajo estrictas medidas de aislamiento. Según el presidente del SEUP, la situación es delicada y se ha complicado por las condiciones insalubres del lugar.

“La varicela sigue activa, el brote no ha podido ser contenido y hay temor de que se extienda a otros patios”, afirmó Espinosa. La falta de infraestructura adecuada y la imposibilidad de brindar atención médica oportuna agravan la emergencia.

Además del brote, se suma un segundo riesgo que impide la operación normal del penal: el estado crítico del Patio 3. Esta área presenta problemas estructurales no mitigados que amenazan la integridad física de los internos y del personal penitenciario.

Como medida inmediata, Inpec emitió la orden de no recibir nuevos reclusos. Esta decisión aplica hasta que se solucione el problema sanitario y se intervenga el riesgo estructural del Patio 3.

Investigaciones y posibles consecuencias

La situación tomó un giro aún más preocupante cuando se informó que un recluso falleció recientemente. Las autoridades investigan si su muerte está relacionada con el brote de varicela. Hasta el momento, no se ha emitido un parte médico oficial que confirme o descarte esta posibilidad.

La Secretaría de Salud mantiene monitoreo constante en el penal, aunque los recursos para intervenir directamente la situación parecen limitados. Organizaciones defensoras de derechos humanos han manifestado su preocupación. Denuncian que los reclusos se encuentran en condiciones de hacinamiento y sin acceso a servicios de salud básicos.

“Estamos hablando de una crisis humanitaria dentro de una institución del Estado”, expresó un vocero de una ONG local que pidió mantener el anonimato. “No se puede permitir que las enfermedades contagiosas como la varicela se propaguen sin control, y mucho menos en un entorno donde no hay garantía de atención médica”.

Una crisis que requiere atención urgente

La cárcel La 40 de Pereira ya enfrentaba críticas por su estado físico antes del brote de varicela. Este nuevo episodio solo ha venido a evidenciar la precariedad del sistema penitenciario en Colombia. Las condiciones de salubridad, infraestructura y atención médica son inadecuadas para albergar a una población privada de la libertad.

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Las medidas tomadas por el Inpec, como suspender el ingreso de nuevos reclusos, son necesarias pero insuficientes si no se acompañan de intervenciones estructurales. El brote de varicela podría continuar avanzando si no se aísla completamente a los contagiados, se mejora la ventilación y se provee el tratamiento correspondiente.

Por ahora, la incertidumbre reina en los pasillos de La 40. Reclusos, funcionarios y familiares esperan una respuesta efectiva de las autoridades. Esta situación no solo afecta a los internos, sino que también compromete la seguridad sanitaria del personal que labora dentro del penal.