Policía pensionado en Armenia solicita eutanasia por falta de atención médica
En un caso que ha conmovido a la comunidad de Armenia, un policía pensionado de 53 años ha solicitado el derecho a la eutanasia debido a las intensas dolencias y complicaciones de salud que sufre, exacerbadas por lo que considera una deficiente atención médica por parte del sistema de salud de la Policía Nacional en el Quindío. Jesús Antonio Tamayo, tras 29 años de servicio, enfrenta un calvario de dolor, lo que lo llevó a solicitar eutanasia
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Una vida marcada por el dolor y la negligencia médica
Jesús Antonio Tamayo sufrió una grave herida en la cabeza hace casi tres décadas mientras realizaba su trabajo como policía. Desde entonces, su vida se ha visto marcada por múltiples complicaciones de salud que no han recibido el tratamiento adecuado. El reciente agravamiento de su estado se debe a una caída que afectó su cadera, lo que ha empeorado significativamente su calidad de vida.
Según Tamayo, las múltiples solicitudes que ha realizado para recibir atención médica efectiva han sido ignoradas. A pesar de sus esfuerzos, no ha recibido recursos esenciales como una silla de ruedas o un baño móvil para su bienestar. En su desesperación, ha recurrido a la eutanasia como la única salida posible ante la falta de una respuesta efectiva por parte de las autoridades.
Fallas en la atención médica y el sistema de salud de la Policía en el Quindío
La situación de Tamayo no es un caso aislado. Su esposa, Olga Lucía Mejía, ha sido una de las voces más activas en la denuncia de la negligencia que ha sufrido su esposo. Asegura que han hecho todo lo posible para agilizar la atención médica, pero siempre se encuentran con trabas burocráticas que demoran el proceso. «Llevamos meses insistiendo en la atención adecuada, pero siempre nos ponen trabas. Mientras tanto, su estado empeora», expresó Mejía con visible preocupación.

La falta de una respuesta adecuada por parte del sistema de salud de la Policía ha sido un tema recurrente en el departamento del Quindío. La denuncia de Tamayo destaca la difícil situación que enfrentan muchos policías retirados para acceder a tratamientos por sus lesiones. La burocracia, la falta de recursos y la escasa atención personalizada son algunos de los obstáculos más comunes que denuncian los exuniformados.
El veedor de salud y la llamada de atención sobre la situación
Carlos Arturo López, veedor de salud de la Policía y las Fuerzas Militares, ha alzado la voz para alertar sobre la grave situación que enfrentan muchos policías retirados como Jesús Antonio Tamayo. López asegura que estos casos son mucho más comunes de lo que se cree, y que la falta de atención médica adecuada representa una violación de los derechos fundamentales de los exuniformados.
«Muchos policías retirados enfrentan barreras burocráticas que les impiden acceder a tratamientos médicos esenciales para su bienestar. Esto no solo afecta su salud, sino que también deteriora su calidad de vida», afirmó López, quien ha pedido a las autoridades competentes una revisión urgente de estos casos.
El veedor también subrayó que, aunque la ley colombiana permite el acceso a la eutanasia en ciertos casos, esta decisión debe ser tomada de manera informada y en un contexto en el que se haya agotado todas las alternativas médicas posibles. En el caso de Tamayo, la falta de atención adecuada parece haber sido un factor determinante en su decisión.
La respuesta oficial ante la solicitud de eutanasia
A pesar de las denuncias y la creciente atención pública sobre este caso, hasta el momento no ha habido una respuesta oficial por parte de la Policía en el Quindío sobre la situación de Jesús Antonio Tamayo. La familia sigue a la espera de una respuesta que garantice una mejor calidad de vida para el exuniformado, o que, en su defecto, le permita acceder al derecho a morir dignamente, en caso de que no se pueda mejorar su estado de salud.
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La falta de un pronunciamiento claro por parte de las autoridades genera incertidumbre tanto en la familia de Tamayo como en otros ex policías que enfrentan condiciones similares. La preocupación por la salud y el bienestar de los policías retirados en Colombia ha aumentado, especialmente cuando casos como este resaltan las fallas en el sistema de salud y el maltrato que muchos de ellos sufren una vez dejan el servicio activo.