Unidad de Gestión del Riesgo de Risaralda alerta sobre el riesgo de eventos masivos en el viacrucis
La Unidad de Gestión del Riesgo de Risaralda ha emitido una alerta recomendando no convocar eventos masivos en el sector del viacrucis, ubicado en la ladera norte del río Otún, debido a la inestabilidad de la montaña y el riesgo de deslizamientos de tierra. Esta recomendación se suma a las advertencias previas emitidas por la Carder y la Diger, quienes también señalaron peligros inminentes en la zona.
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Inestabilidad del terreno y el riesgo de deslizamientos en el viacrucis
La preocupación principal de las autoridades radica en la inestabilidad del terreno en la ladera norte del río Otún, especialmente en la zona del viacrucis, un recorrido tradicional que atrae a cientos de feligreses cada año. La escorrentía de agua proveniente de las zonas altas de la montaña y la saturación del suelo por lluvias constantes han elevado el riesgo de deslizamientos, los cuales podrían poner en peligro la seguridad de los asistentes.
Diana Carolina Ramírez Laverde, coordinadora departamental de Gestión del Riesgo, explicó que los estudios presentados por la Secretaría de Infraestructura revelan que las aguas concentradas en la parte alta de la ladera pueden generar un flujo de agua excesivo que podría aumentar la inestabilidad del terreno. La recomendación, por lo tanto, es evitar convocar eventos masivos en el sector hasta que se pueda evaluar adecuadamente el riesgo y tomar las medidas correctivas necesarias.
“Acá la recomendación desde el Consejo Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres es que no se promuevan eventos masivos en este sector, teniendo en cuenta las condiciones de amenaza que presenta la ladera y las condiciones del puente según las valoraciones visuales que se realizaron”, señaló Ramírez Laverde.
Riesgo en el puente de acceso al sector del viacrucis
Otro de los puntos críticos que se ha identificado en la zona es el estado del puente de acceso en el barrio Zea, sobre la calle 19 con avenida del río. Según las valoraciones de la Diger en Pereira, el puente presenta un riesgo de colapso debido a su deterioro, lo que podría agravar la situación de emergencia en caso de un deslizamiento o aumento del caudal del río Otún.
La alerta sobre el estado del puente refuerza la necesidad de no convocar a grandes concentraciones de personas en esta área. El acceso limitado y la posibilidad de un colapso estructural podrían dificultar las labores de evacuación y aumentar la vulnerabilidad de las personas ante un posible desastre natural.
La respuesta de la Diócesis de Pereira y el llamado a la prevención
Ante las recomendaciones de las autoridades, la Diócesis de Pereira, que organiza el viacrucis en la región, ya había emitido un comunicado en el que solicitaba a los sacerdotes y a la comunidad religiosa no convocar eventos masivos en la ruta del viacrucis. Esta medida fue adoptada en respuesta a las advertencias de la Carder y la Unidad de Gestión del Riesgo, quienes hicieron hincapié en los riesgos asociados al terreno y las infraestructuras de la zona.
La Diócesis reiteró en su comunicado que no es competencia de la iglesia convocar a los feligreses a realizar el recorrido en el sector del viacrucis, en vista de las condiciones de amenaza y el incumplimiento de las medidas de seguridad. En este sentido, las autoridades religiosas han optado por priorizar la seguridad de la comunidad y seguir las recomendaciones de los expertos en gestión del riesgo.
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Medidas de precaución y futuro monitoreo de la situación
El gobierno departamental, junto con las autoridades locales, continuará monitoreando la situación en la ladera norte del río Otún y el estado de las infraestructuras afectadas. Según Ramírez Laverde, es esencial realizar estudios adicionales para determinar las acciones correctivas necesarias para garantizar la seguridad de la población.
Mientras tanto, las recomendaciones incluyen el refuerzo de las infraestructuras viales, la implementación de sistemas de drenaje adecuados para evitar la acumulación de aguas en el terreno y la vigilancia constante sobre el estado de la montaña. En este contexto, se sugiere que las autoridades locales y las entidades encargadas de la gestión del riesgo mantengan una comunicación constante con la comunidad para prevenir posibles emergencias.