Bebé de 5 meses lucha por su vida tras ser agredida por su padre, subintendente de policía en Ocaña

En un suceso estremecedor que ha conmovido a la comunidad de Ocaña, Norte de Santander, una bebé de tan solo cinco meses se encuentra luchando por su vida luego de sufrir una brutal agresión por parte de su propio padre, identificado como Wilkin Roney Durán García, quien es subintendente de la Policía en el municipio. Las autoridades han confirmado que la menor sufrió graves lesiones, incluyendo un trauma craneoencefálico, hemorragia cerebral y fracturas múltiples en su cráneo, lo que ha provocado una condena unánime por parte de la ciudadanía y organizaciones en defensa de los derechos de los niños.

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Un ataque devastador

El 14 de marzo, en horas de la tarde, la pequeña fue ingresada en el Hospital Emiro Quintero Cañizares de Ocaña con signos evidentes de un grave maltrato físico. Los médicos confirmaron que la bebé había sufrido un fuerte golpe en la cabeza, lo que le ocasionó el trauma craneal, además de hemorragias internas. Al ser trasladada al hospital, el personal médico inmediatamente alertó a las autoridades locales sobre la gravedad de la situación.

Según el reporte del hospital, la agresión fue tan severa que la niña requería atención especializada urgente, por lo que se decidió trasladarla a un centro médico de tercer nivel en la ciudad de Bucaramanga para recibir tratamiento. En tanto, su madre, que se encontraba en estado de shock, está recibiendo apoyo psicológico para afrontar la tragedia.

La captura del agresor

Wilkin Roney Durán García, el subintendente de policía que presuntamente agredió a su hija, fue detenido por las autoridades la misma noche del 14 de marzo, a las 9:31 PM, cuando se encontraba en las instalaciones del hospital donde su hija había sido ingresada. Durán García fue arrestado tras las investigaciones iniciales y tras las declaraciones de los testigos que estuvieron presentes en el momento en que la niña llegó al centro médico.

Las autoridades competentes emitieron una orden de captura en su contra, acusándolo de tentativa de homicidio agravado. La detención del agresor fue un acto de justicia inmediato, pero la comunidad de Ocaña sigue esperando que se lleve a cabo el proceso judicial correspondiente para que el responsable enfrente las consecuencias de sus actos.

Una comunidad consternada y exigente de justicia

El caso ha generado una gran indignación en la comunidad de Ocaña y en todo el país. La violencia intrafamiliar sigue siendo un problema crítico en Colombia, y este caso es un recordatorio doloroso de la vulnerabilidad de los niños ante la violencia. La madre de la menor, cuyo nombre no ha sido revelado por motivos de seguridad, se encuentra completamente devastada por los hechos y ha solicitado a las autoridades que se haga justicia de manera contundente.

Organizaciones defensoras de los derechos de los niños también han expresado su condena ante este acto de violencia. En redes sociales, numerosos ciudadanos y grupos han mostrado su apoyo a la pequeña, pidiendo que el agresor reciba la pena más severa posible. «Una niña de cinco meses no tiene defensa ante la violencia de un adulto», expresaron a través de un comunicado.

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Además, se ha hecho un llamado a las autoridades para que se implementen medidas más estrictas para prevenir y castigar los actos de violencia contra menores. Aunque este caso se encuentra bajo investigación, la sociedad exige que no haya impunidad y que el proceso judicial avance con celeridad.

El futuro de la bebé: luchando por su vida

A pesar de las graves heridas sufridas, los médicos del hospital de Bucaramanga han reportado que la bebé está siendo atendida con la mayor dedicación posible. Sin embargo, el pronóstico sigue siendo reservado, y su estado de salud es crítico. Los médicos han señalado que la bebé necesitará una intervención médica constante y un seguimiento a largo plazo, dependiendo de la evolución de sus heridas.