Brote de varicela en la cárcel La 40 de Pereira
Un brote de varicela ha sido identificado en la cárcel La 40 de Pereira, un centro penitenciario con capacidad para albergar a más de 1,500 internos. Este brote ha obligado a las autoridades locales a activar un protocolo de aislamiento que afecta a más de 230 personas privadas de la libertad en el patio cinco, área en la que se han registrado los casos. Según el reporte de la Secretaría de Salud Municipal, seis internos han sido diagnosticados hasta el momento con la enfermedad, aunque las autoridades temen que puedan registrarse más contagios si no se implementan medidas estrictas de control.
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La varicela, una enfermedad altamente contagiosa que generalmente afecta a niños, puede ser especialmente peligrosa en un entorno cerrado como una prisión, donde la proximidad entre los reclusos y las condiciones de higiene no siempre son óptimas. Ante este escenario, las autoridades penitenciarias han decidido aplicar un protocolo que incluye el aislamiento preventivo de los afectados y la vigilancia constante de los demás internos para evitar la propagación del virus.
Brote de varicela en la cárcel La 40 de Pereira: ¿Cómo se está manejando la crisis sanitaria?
El brote de varicela en la cárcel La 40 ha sido tomado con seriedad por las autoridades sanitarias y penitenciarias, quienes han desplegado un equipo médico para realizar revisiones exhaustivas a todos los internos del patio cinco, el área más afectada. Según el dragoneante Favio Espinoza, presidente del Sindicato de Empleados Unidos Penitenciarios, el aislamiento de más de 230 internos es una medida preventiva que busca evitar que el virus se propague a otras secciones del centro penitenciario.
Espinoza destacó que, aunque la situación es preocupante, el equipo médico de la cárcel ha estado realizando un seguimiento detallado de los pacientes afectados y garantizando que reciban el tratamiento adecuado para controlar la enfermedad. Las autoridades también han implementado medidas de higiene estrictas, con el fin de minimizar el riesgo de contagio a otros reclusos y personal penitenciario.

El protocolo de aislamiento en la cárcel La 40 se extenderá entre 20 y 30 días, según lo previsto por la Secretaría de Salud Municipal, aunque esta duración podría modificarse si se identifican más casos o si la situación empeora. La medida incluye la suspensión de visitas y otras actividades que podrían facilitar la transmisión del virus.
Aislamiento de internos en La 40: Medidas para prevenir la propagación de la varicela
El aislamiento de los internos afectados por la varicela es solo una de las medidas adoptadas por las autoridades para controlar el brote. La Secretaría de Salud Municipal también ha dispuesto que se realicen campañas de información entre los internos y el personal penitenciario sobre los síntomas y medidas preventivas de la enfermedad. De esta manera, se espera que los reclusos puedan identificar rápidamente los primeros signos de contagio y notificar a los médicos para un tratamiento oportuno.
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El brote de varicela en La 40 no solo ha preocupado a las autoridades sanitarias y penitenciarias, sino también a los familiares de los internos, quienes se han mostrado alarmados por el riesgo de propagación de la enfermedad dentro del centro penitenciario. Aunque las autoridades han insistido en que se están tomando todas las medidas posibles para controlar la situación, no se descarta la posibilidad de que más reclusos puedan resultar infectados en los próximos días.
En este contexto, Espinoza, el presidente del sindicato de empleados penitenciarios, señaló que el bienestar del personal también es una prioridad. “Además de los internos, los empleados penitenciarios también están en riesgo, por lo que se está trabajando para que ellos también reciban la información y el apoyo necesario para prevenir el contagio”, explicó.
Por su parte, la Secretaría de Salud ha asegurado que se están reforzando las medidas de desinfección en las áreas comunes de la cárcel, así como en las celdas de los reclusos afectados. El objetivo es crear un ambiente controlado que minimice el riesgo de propagación, no solo de la varicela, sino de cualquier otra enfermedad contagiosa que pueda afectar a la población penitenciaria.