Gustavo Petro pide al Congreso legalizar la marihuana para reducir la violencia en Colombia
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha hecho un llamado al Congreso para legalizar el cultivo de la marihuana como una estrategia para reducir la violencia en el país. Petro afirmó en X que la prohibición de la marihuana ha aumentado el conflicto y la inseguridad en Colombia. La solicitud forma parte de un debate sobre políticas de drogas y la reforma legislativa necesaria para regular el cannabis.
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La marihuana en Colombia: legalidad y conflicto
La marihuana es legal en Colombia desde 2016, pero solo para fines medicinales. Desde entonces, se ha permitido su cultivo y uso bajo estrictas regulaciones para pacientes que necesiten tratamientos específicos. Sin embargo, las propuestas para legalizar su consumo recreativo han fracasado repetidamente en el Congreso, donde los proyectos que buscan modificar la Constitución para permitirlo no han prosperado.
El presidente Petro, un firme defensor de las reformas en políticas de drogas, ha sido crítico de las políticas de prohibición, las cuales, según él, solo han exacerbado la violencia en el país. Petro afirmó en X que la prohibición de la marihuana genera violencia y destacó la necesidad de legalizar y regular su producción.
Petro pidió al Congreso legalizar la marihuana para eliminar la violencia y desarticular las economías ilegales del cannabis.
Legalización de la marihuana: ¿una solución a la violencia?
Colombia ha sufrido históricamente el impacto del narcotráfico, debido a su ubicación geográfica y la producción de cocaína. A pesar de los esfuerzos gubernamentales para erradicar los cultivos ilícitos, Colombia sigue siendo un actor clave en el narcotráfico global. En este contexto, la legalización de la marihuana se presenta como una alternativa para reducir la violencia asociada al narcotráfico.
Los defensores de la legalización argumentan que la regulación del cannabis podría generar una fuente de ingresos para el Estado, que podría ser invertida en programas de salud pública y prevención. Además, permitiría a los cultivadores de marihuana regularizar su actividad, lo que les brindaría mayor seguridad y estabilidad económica frente a los grupos armados ilegales que controlan el negocio del narcotráfico.
En el contexto de esta propuesta, Petro subraya la necesidad de pasar de un modelo prohibicionista a uno basado en la regulación. «El control de la marihuana debe ser del Estado, no de los carteles», afirmó el presidente en su mensaje. Esta idea se alinea con las posturas que defienden una política de drogas más progresista, que busca despenalizar el consumo y transformar la economía de las drogas en una fuente legítima de recursos.
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El debate en el Congreso sobre la marihuana
A pesar de las insistentes propuestas del presidente Petro, el Congreso colombiano ha sido tradicionalmente resistente a la legalización de la marihuana con fines recreativos. Los sectores más conservadores del país, en particular los partidos políticos de derecha, se oponen a la legalización, argumentando que esto podría aumentar el consumo entre los jóvenes y generar más problemas de salud pública.
Sin embargo, la idea de legalizar el cannabis ha ganado terreno en otros sectores de la sociedad, especialmente entre aquellos que defienden un enfoque de salud pública para el consumo de drogas. En 2020, una encuesta reveló que un porcentaje significativo de colombianos apoyaba la legalización de la marihuana para uso recreativo, aunque aún existe una división en la opinión pública sobre el tema.
En este sentido, la postura de Gustavo Petro se presenta como un desafío a las estructuras tradicionales de poder en el país. La legalización de la marihuana se ve no solo como una medida contra la violencia, sino también como una oportunidad para resolver problemas sociales y económicos del narcotráfico.
Los retos de la legalización del cannabis en Colombia
La legalización de la marihuana en Colombia no está exenta de desafíos. Uno de los principales obstáculos es la resistencia cultural y política que persiste en varios sectores de la sociedad. La legalización efectiva requeriría una infraestructura adecuada para regular el mercado, incluyendo normas para el cultivo, distribución y consumo del cannabis.
Otro desafío significativo es la cooperación internacional. Aunque varios países han avanzado en la legalización de la marihuana, Colombia sigue siendo un jugador clave en el mercado global de drogas, y cambiar su enfoque podría generar tensiones con aliados internacionales, como Estados Unidos, que ha mantenido una postura estricta frente al consumo de drogas ilegales.