La Clínica San Rafael de Pereira enfrenta una crisis financiera debido a la deuda acumulada de la Nueva EPS, que ya supera los $100.000 millones. Esta situación ha obligado a la institución a reducir la prestación de servicios y disminuir su planta de trabajadores.
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Deuda de la Nueva EPS afecta la operación de la Clínica San Rafael
Sonia Castro, gerente de la Clínica San Rafael, alertó sobre las graves consecuencias de la falta de pago. Según explicó, la deuda ha impactado directamente la calidad y seguridad de los procedimientos médicos.
«Hemos tenido que disminuir la capacidad instalada y restringir ciertos procedimientos porque no contamos con los insumos necesarios. Algunos tratamientos requieren inversiones que superan los $100 millones por paciente, y sin flujo de recursos, es imposible sostener la operación», afirmó Castro.
La deuda se ha incrementado de manera alarmante en los últimos meses. Antes de la intervención estatal a la EPS, el pasivo con la clínica era de aproximadamente $48.000 millones. Tras la intervención, la cifra aumentó en más de $40.000 millones adicionales, agravando la situación financiera de la institución.
Riesgo en la atención y renegociación de la deuda
Castro también destacó que la clínica ha tenido dificultades para pagar salarios y cumplir con sus obligaciones contractuales. «Nosotros hemos sido muy golpeados por esta situación. Ya vivimos algo similar con el cierre de Medimás, que nos dejó otra deuda enorme», explicó la gerente.
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Actualmente, la Clínica San Rafael se encuentra en un proceso de renegociación de la deuda con la Nueva EPS y su interventor, buscando establecer acuerdos de pago que permitan regularizar la situación. No obstante, hasta el momento no hay garantías concretas de que los recursos lleguen en el corto plazo.
«Nuestro compromiso es con los pacientes. Seguimos prestando los servicios que podemos, pero necesitamos una solución urgente. Esperamos que con el diálogo y la cooperación logremos estabilizar nuestra operación», agregó la gerente.
El panorama para la Clínica San Rafael sigue siendo incierto, y el llamado de sus directivas es a que las autoridades competentes intervengan para garantizar la estabilidad del centro médico y la atención a los pacientes.