Masacre en Tibú: Asesinan a Miguel Ángel López y su familia en la zona rural de Norte de Santander
El 15 de enero, un trágico ataque conmocionó a la comunidad de Tibú, en Norte de Santander. Miguel Ángel López Rojas, dueño de la funeraria San Miguel, fue asesinado junto a su esposa y su bebé. El crimen ocurrió en la vía rural que conecta Tibú con Cúcuta, un día después del cumpleaños de Miguel. Esta masacre es otro episodio de violencia que afecta a una región marcada por el conflicto armado.
El ataque se produjo en la vereda La Valera, en el corregimiento de La Silla. Esta zona, controlada por grupos ilegales, vio cómo un grupo armado interceptó el vehículo de la familia López. Según las autoridades locales, el bebé de apenas meses de nacido, Miguel Herney López Durán, también fue asesinado en el ataque, mientras que su hermano de 10 años logró salvarse. El alcalde de Tibú, Richar Claro, confirmó el suceso y expresó su consternación.
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Miguel Ángel López: El embalsamador que trabajaba en zonas de conflicto
Miguel Ángel López no solo era un embalsamador, sino también una figura clave en una de las regiones más peligrosas de Colombia. Su trabajo consistía en embalsamar los cuerpos de las víctimas del conflicto armado, lo que lo llevó a recorrer territorios donde pocos se atrevían a entrar. A lo largo de su vida, Miguel preparó más de 500 cuerpos, un oficio marcado por el riesgo constante.
En 2024, el periodista Jhon Jácome documentó la historia de Miguel en su reportaje «El Trabajo del Embalsamador de Guerra en Colombia». Miguel explicó cómo, gracias a la confianza que generaba entre las autoridades y los grupos armados de la región, podía ingresar a «zonas rojas» sin ser atacado. A pesar de la naturaleza peligrosa de su trabajo, Miguel siempre mostró un profundo respeto por los muertos a los que atendía, e incluso solía poner música suave mientras trabajaba, como un gesto de respeto.
La masacre en Tibú y el contexto de violencia en la región
Tibú ha sido históricamente uno de los epicentros del conflicto armado en Colombia. Grupos ilegales como el Clan del Golfo y el ELN han provocado una ola de violencia y desplazamiento forzado. En este contexto, el trabajo de Miguel Ángel López fue crucial. Él era uno de los pocos capaces de recuperar y embalsamar los cuerpos en territorios donde la presencia del Estado es limitada.
Aunque aún no se han identificado a los responsables de la masacre, las autoridades señalan la presencia de varios grupos armados ilegales en la zona. La masacre de Miguel y su familia se suma a la larga lista de víctimas del conflicto armado. El presidente Gustavo Petro confirmó el ataque a través de su cuenta en X y aseguró que las autoridades intentaron acceder al lugar, pero la presencia de grupos armados dificultó el acceso.
El legado de Miguel Ángel López y el impacto en la comunidad
La muerte de Miguel Ángel López ha dejado una profunda consternación en la comunidad de Tibú. Su familia, amigos y colegas lo recuerdan como un hombre comprometido con su labor. A pesar de los peligros que enfrentaba, Miguel siempre asumió su responsabilidad con valentía, sabiendo que su trabajo era vital para las víctimas del conflicto.
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En el reportaje de 2024, Miguel habló sobre su propia muerte y expresó su deseo de ser cremado, sin importar si su muerte fuera natural o violenta. Hoy, su familia enfrenta la pérdida de un hombre que dedicó su vida a atender a las víctimas del conflicto. A pesar de trabajar en medio del dolor, Miguel representó un símbolo de humanidad y compromiso.
Investigación y búsqueda de responsables de la masacre en Tibú
Las autoridades de Norte de Santander han iniciado la investigación sobre la masacre. Aunque no se han identificado a los responsables del ataque, se sabe que el Clan del Golfo y el ELN operan en la zona. Este contexto de violencia podría explicar el asesinato de Miguel y su familia. La noticia ha generado preocupación entre los habitantes de Tibú, quienes temen que la violencia continúe afectando a comunidades vulnerables. A pesar de los esfuerzos del gobierno, la situación de seguridad sigue siendo crítica.
Una masacre que refleja la persistencia del conflicto armado
La masacre de Miguel Ángel López y su familia destaca la difícil situación de seguridad en algunas regiones de Colombia. Aunque el país ha logrado avances hacia la paz, aún hay áreas donde el conflicto armado sigue cobrando vidas. La historia de Miguel, un hombre que dedicó su vida a las víctimas de la violencia, se recordará como un ejemplo de resiliencia y compromiso en medio de la adversidad. Su muerte resalta los peligros que enfrentan quienes luchan contra la violencia en Colombia y subraya la urgente necesidad de encontrar soluciones efectivas para proteger a los civiles en zonas de guerra.









