Jóvenes de Marsella impulsan la educación con innovación agrícola

Un proyecto productivo que combina aprendizaje y apoyo al Plan de Alimentación Escolar.

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Proyecto Productivo en Marsella: Innovación Agrícola para el Plan de Alimentación Escolar

En las montañas del Eje Cafetero, un innovador proyecto productivo está transformando la educación rural y beneficiando al Plan de Alimentación Escolar (PAE) en Risaralda. En el Instituto Agrícola de Marsella, los jóvenes están aprendiendo sobre agricultura moderna y contribuyendo directamente al abastecimiento de alimentos frescos y saludables para sus compañeros de escuela. Este programa no solo promueve la innovación agrícola, sino que también crea una oportunidad única de aprendizaje práctico para los estudiantes.

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Innovación agrícola en Marsella fortalece el Plan de Alimentación Escolar

El proyecto, que se lleva a cabo en un invernadero de 1000 metros cuadrados, tiene como objetivo proporcionar productos frescos al PAE, al mismo tiempo que ofrece a los estudiantes una experiencia educativa transformadora. La iniciativa comenzó hace unos meses con el apoyo de la Gobernación de Risaralda y ha tenido un éxito rotundo en su primera fase, con dos cosechas entregadas al PAE. “Este proyecto es una semilla que germina más allá de los cultivos. No se trata solo de tomates, sino de la posibilidad de transformar la educación desde la tierra misma”, expresó el gobernador Juan Diego Patiño, quien destacó la importancia de este tipo de iniciativas para el futuro del campo en Colombia.

El invernadero alberga actualmente 1.600 plántulas de tomate, que crecen bajo condiciones controladas de temperatura, humedad y riego. Estas condiciones permiten un cultivo más eficiente y menos susceptible a plagas, garantizando una cosecha de calidad. Según Julio César Pescador Trejos, rector del instituto, este espacio se ha convertido en un aula viva, donde los estudiantes no solo aprenden los principios de la agricultura, sino que también adquieren habilidades prácticas que les servirán en su vida futura.

El valor educativo del proyecto productivo en Marsella

Más allá de ser una fuente de alimentos para el PAE, el proyecto productivo tiene un impacto significativo en la educación de los estudiantes. Cada jornada en el invernadero se convierte en una lección sobre trabajo en equipo, esfuerzo y perseverancia. Ramón Gómez, el encargado de cuidar el invernadero, es testigo de cómo este proyecto ha cambiado la dinámica en la escuela. “Los jóvenes no solo aprenden a sembrar, también aprenden el valor del esfuerzo y la importancia de trabajar juntos por un mismo objetivo”, comenta mientras observa a los estudiantes recolectar tomates y preparar el terreno para la siguiente cosecha.

Este proyecto también fomenta la creación de una comunidad educativa más unida. Los estudiantes de diferentes edades y grados se coordinan para realizar tareas como la siembra, el cuidado de las plantas y la cosecha. Todo esto, en un entorno que combina el aprendizaje académico con la práctica diaria de la agricultura, es un modelo educativo que podría replicarse en otras instituciones del país.

Un futuro prometedor para la educación agrícola en Risaralda

El proyecto productivo de Marsella no solo es un modelo de innovación agrícola, sino también una forma de empoderar a los jóvenes del campo y darles una visión positiva de su futuro. En cada tomate cosechado, los estudiantes no solo ven un fruto, sino una oportunidad para transformar sus vidas y su comunidad. La experiencia adquirida en el invernadero les proporciona herramientas para el futuro, no solo en el ámbito agrícola, sino también en el desarrollo de habilidades blandas como la responsabilidad, la autonomía y el trabajo colaborativo.

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A medida que el proyecto avanza, se espera que el número de cosechas y cultivos rotativos aumente, lo que permitirá abastecer de manera más constante al PAE y extender los beneficios a más escuelas de la región. Además, la institución está evaluando la posibilidad de incorporar nuevos cultivos, como hortalizas y hierbas aromáticas, para diversificar la producción y asegurar una oferta alimentaria variada para los estudiantes.

La historia del Instituto Agrícola de Marsella es un claro ejemplo de cómo la educación, la innovación agrícola y la comunidad pueden unirse para lograr un impacto positivo. En este rincón del país, la tierra no solo alimenta el cuerpo, sino que también cultiva el futuro de los jóvenes que, con sus manos, están sembrando la esperanza para un mañana mejor.

El Pereirano

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