La Procuraduría formuló cargos contra Javier Alejandro Gaviria Murillo por fraccionar contratos durante su gestión en el hospital de Dosquebradas.
La Procuraduría General de la Nación ha formulado cargos disciplinarios al exgerente del Hospital Santa Mónica, Javier Alejandro Gaviria Murillo, por presuntas irregularidades en la contratación durante su gestión en 2019. Los cargos se centran en la acusación de que fraccionó contratos que superaban los $120 millones para evitar los procedimientos de selección abreviada y realizar contrataciones directas, infringiendo la normativa vigente.
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Detalles de las irregularidades en la contratación
Según un informe de la Regional de Instrucción de Risaralda, Gaviria Murillo celebró dos contratos bilaterales que, en conjunto, excedieron los límites establecidos por la ley para la contratación directa. El primer contrato fue por aproximadamente $115 millones, con adiciones de $9 millones, mientras que el segundo alcanzó cerca de $170 millones. Esta maniobra habría permitido al exgerente eludir el proceso de selección objetiva exigido en estos casos.
La Procuraduría ha señalado que, como ordenador del gasto, Gaviria Murillo actuó de manera irresponsable al fragmentar los contratos, lo que contraviene los principios de transparencia y responsabilidad que deben regir en la función pública. La calificación provisional del ente de control clasifica las acciones como faltas gravísimas, lo que podría llevar a sanciones disciplinarias significativas si se comprueba su culpabilidad.
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Implicaciones para el sector salud y la función pública
Este caso de irregularidades en la contratación pública no es aislado; se suma a una serie de investigaciones que están sacudiendo al sector salud en el país. La Procuraduría ha expresado su preocupación por las prácticas irregulares que afectan los recursos destinados a la prestación de servicios esenciales a la ciudadanía.