El confeso asesino de Mauricio Leal y Marleny Hernández alerta sobre presuntos maltratos por parte del Inpec

En el documento, Leal afirma estar siendo víctima de abusos y maltratos por parte de funcionarios del Inpec. Este caso ha atraído la atención pública no solo por la naturaleza del crimen cometido por Leal, sino también por las serias acusaciones de vejaciones en su entorno carcelario.

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La denuncia de maltratos en la cárcel

En la carta revelada, Jhonier Leal detalla una serie de incidentes que, según él, ocurrieron en la noche del 4 de agosto. El confeso asesino denuncia que funcionarios del Inpec requisaron su celda sin su presencia, violando las normas que exigen que él supervise el procedimiento. Leal denuncia que estos operativos no solo fueron realizados sin su consentimiento, sino que también fueron acompañados de un trato indigno y una evidente falta de respeto a sus derechos.

«En el mes de agosto, después de las 8:15 p.m., fui visitado mientras dormía por funcionarios del Inpec. Me requisaron de manera indebida la celda, bajo la justificación de un orden de cateo enviado por la Fiscalía», expone Leal en la carta. El condenado asegura que este procedimiento no solo infringe sus derechos, sino que también constituye una forma de tortura psicológica, diseñada para intimidarlo y acosarlo dentro del recinto carcelario.

Solicitudes de protección y traslado a La Tramacua

En la misma carta, Jhonier Leal hace un llamado urgente a la Procuraduría para que tome medidas que aseguren su integridad física y psicológica en la prisión. El condenado insiste en que, a pesar de su situación judicial, no debe ser sometido a métodos de tortura psicológica ni a persecuciones sistemáticas. Leal demanda que se refuercen las medidas de seguridad para protegerlo de posibles abusos futuros.

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