La próxima reforma tributaria en Colombia introduce cambios significativos en las deducciones de facturas electrónicas, ofreciendo un respiro a los contribuyentes.
La nueva reforma tributaria que se prepara en Colombia traerá consigo varios ajustes en el sistema fiscal, y uno de los cambios más destacados es el incremento en las deducciones por facturas electrónicas. Este ajuste pretende aliviar la carga fiscal de muchos colombianos y mejorar la eficiencia del sistema tributario. Según el borrador más reciente de la reforma, para el año 2025, los contribuyentes podrán deducir un 5% del valor de las compras realizadas con factura electrónica, un notable aumento respecto al 1% que se aplica actualmente.
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Incremento en las Deducciones de Facturas Electrónicas
El nuevo borrador de la reforma tributaria propone un cambio significativo en las deducciones aplicables para las facturas electrónicas. Actualmente, para el año fiscal 2024, los contribuyentes pueden deducir solo el 1% del valor de las facturas electrónicas en su declaración de renta. Sin embargo, para el año gravable 2025, el porcentaje de deducción se incrementará al 5%, lo que representa un alivio considerable para muchos ciudadanos.
«La deducción del 1% de las compras realizadas con factura electrónica y con medios electrónicos se modificaría al 5% para el año gravable 2025,» explica el párrafo citado por la firma Brigard Urrutia. Este cambio tiene como objetivo incentivar el uso de facturación electrónica y mejorar la transparencia en las transacciones comerciales.
No obstante, la medida será temporal. Para los años 2026 y 2027, el porcentaje de deducción se reducirá gradualmente al 3% y, finalmente, al 1% inicial. Este ajuste gradual permitirá a los contribuyentes adaptarse a las nuevas condiciones fiscales mientras se maximiza el impacto positivo en el corto plazo.
Impacto de la Reforma Tributaria en los Colombianos
La nueva reforma tributaria, que busca aumentar el recaudo fiscal del país, tendrá un impacto mixto en la población colombiana. Para los ciudadanos de menores ingresos, el aumento en impuestos indirectos, como el IVA, podría elevar el costo de bienes esenciales, afectando su poder adquisitivo. Este efecto podría intensificar la percepción de inequidad, especialmente si no se implementan mecanismos de compensación adecuados, como subsidios o programas de transferencia directa.
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Por otro lado, las clases media y alta enfrentarán un aumento en los impuestos directos, como el impuesto sobre la renta. Este ajuste podría reducir su capacidad de ahorro y consumo, afectando su bienestar financiero. Los hogares que ya enfrentan dificultades económicas podrían experimentar una presión adicional, lo que podría desacelerar el consumo interno y afectar el crecimiento económico a corto plazo.