Intoxicación Masiva en Escuela por Aspersión de Plaguicidas
Una emergencia de salud se desató en la Escuela Pedro Uribe Mejía, situada en la vereda El Jazmín del municipio de Santa Rosa de Cabal, cuando 15 estudiantes y cinco adultos sufrieron vómitos y náuseas tras inhalar plaguicidas rociados en un cultivo de tomates adyacente. Las víctimas, afectadas por los tóxicos, fueron rápidamente trasladadas al Hospital San Vicente de Paul para pruebas toxicológicas urgentes, que determinarán la extensión de los daños gastrointestinales y respiratorios provocados por esta exposición.
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La respuesta de las autoridades: entre la preocupación y la controversia
El incidente ha desencadenado una inspección de emergencia por parte de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER) y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), quienes visitaron el mencionado cultivo. A pesar de la gravedad de la situación, las medidas tomadas no han sido concluyentes. Los dueños del cultivo fueron únicamente aconsejados sobre el uso de plaguicidas menos tóxicos y sobre la realización de aspersiones en horarios donde no estén presentes los miembros de la comunidad educativa. Esta recomendación, sin embargo, fue claramente rechazada por los padres de los estudiantes afectados, quienes exigen acciones más firmes y protección continua para sus hijos.
Impacto comunitario y llamados a la acción
La comunidad educativa de Santa Rosa de Cabal se encuentra alarmada y movilizada. Este incidente no solo ha puesto en riesgo la salud de los niños y adultos involucrados, sino que también ha levantado preocupaciones significativas sobre la seguridad ambiental y las prácticas agrícolas en la región. Los padres y otros miembros de la comunidad están organizando reuniones y protestas para presionar por cambios más sustanciales que aseguren que no se repita una situación similar.
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Este caso subraya la urgencia de revisar y fortalecer las regulaciones sobre el uso de pesticidas cerca de escuelas y otras áreas sensibles. Además, destaca la necesidad de mejorar la supervisión y el cumplimiento de las normativas ambientales para proteger la salud pública. Mientras las autoridades locales y regionales reconsideran sus estrategias, la comunidad espera respuestas y medidas que realmente garanticen la seguridad de sus niños y el bienestar general de los habitantes de Santa Rosa de Cabal.