Falta de Acción y Respuesta Inadecuada
Un incidente alarmante ha sacudido a la comunidad educativa de Pereira, donde una estudiante de 16 años fue víctima de acoso y agresión física por parte de sus compañeros en un reconocido instituto de idiomas, en presencia de una profesora que no intervino. La indignación de los padres y la comunidad crece ante la inacción de las autoridades escolares, que parecen más preocupadas por la imagen del instituto que por la seguridad de sus estudiantes.
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La falta de una ruta de atención clara y la reticencia de las autoridades escolares para actuar en el momento han exacerbado la situación, llevando a la madre de la víctima a contactar a la policía. Sin embargo, incluso la intervención policial se vio obstaculizada. “El rector del instituto dilató el ingreso de la policía, excusándose en que los padres de los agresores no estaban presentes, a pesar de que los agresores son mayores de edad”, añadió Agudelo.
Reacciones y Demandas de Justicia
Lina Agudelo, madre de la menor agredida, ha expresado su profunda preocupación y descontento con el manejo del caso por parte del instituto. Según Agudelo, no solo se ignoraron los episodios previos de acoso relacionados con el aspecto físico de su hija, sino que también se desatendió el incidente de violencia física ocurrido en el salón de clases. “En el momento más crítico, la profesora presente afirmó que no podía hacer nada, una respuesta que nos dejó completamente desamparados”, comentó Agudelo.
El caso ha generado un fuerte llamado a revisar las políticas de protección y seguridad estudiantil en las instituciones educativas. Expertos en educación y derechos de los niños enfatizan la necesidad de establecer mecanismos efectivos que garanticen la seguridad y el bienestar emocional de los estudiantes, especialmente en entornos que deberían ser seguros y propicios para el aprendizaje.
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La comunidad educativa de Pereira y grupos de defensa de los derechos de los niños están pidiendo medidas urgentes, no solo para abordar este caso, sino para asegurar que se implementen políticas que prevengan futuros incidentes de acoso y violencia en las escuelas. “Es inaceptable que un lugar de aprendizaje se convierta en un espacio de miedo y violencia. Deben tomarse acciones concretas y efectivas para proteger a nuestros hijos”, insistió una activista local por los derechos de los niños.









